Cándido o el Optimismo (1759) Voltaire. Edición nueva, de la Serie P de Editorial Navona. 192 páginas. Voltaire llega al catálogo de Navona. Entra por la puerta de la Serie P, que ya he dicho en otras reseñas, que cuenta con mi devoción, por selección, formato, diseño, en fin… Este es el enlace a la edición que yo he leído.
El gran pensador de la ilustración. El hombre que murió a once años de ver explorar la Revolución Francesa, puesto en el negro sobre blanco de su obra más reconocida.
Argumento
Cándido es un chaval tierno al comienzo del libro. Se enamora de Cunegunda y tras un episodio de ardor pasional los cazan. Al bueno de Cándido lo echan fuera, a la gehena casi. El caso es que Cándido empieza a recorrer mundo. Influido por su admirado profesor Pangloss —cuyo sistema filosófico consiste en que todo sucede para bien, una caricatura del filósofo real Gottfried Wilhelm Leibniz—, va coleccionando una sucesión de exabruptos; sinsabores, desencuentros y palos…
Un viaje que le hará reconsiderar las enseñanzas de Pangloss. Cándido, optimista irremediable, siempre esperando el bien de los demás; siempre confiado. Cándido, zarandeado, vapuleado, masticado por la maldad humana, que encontrará en todo el orbe conocido, país a país, cultura a cultura, persona a persona.
En Lisboa, conocerá el horror del terremoto. En la guerra, verá la máxima crueldad. Aquí y allá, hombres que violan mujeres; criminales sin escrúpulos; sangre, envidia, codicia, desmesura, guerra y hasta canibalismo.
Es cierto: el autor abre una puerta a la esperanza. Hay amistad, amor y solidaridad en algunos personajes de este libro. Pero de éstos, al que no violan, lo azotan, cuando no lo ahogan o lo ahorcan. Y esto irá modificando la postura vital y la cosmovisión del protagonista, de natural bondadoso y bien creído.
En este libro filosófico, Cándido va a decir:
«Si este mundo es el mejor de todos los posibles, ¿cómo serán los otros?»
Cándido o el Optimismo (1759) Voltaire.
No tardo en comprender por qué este libro traspasa siglos. Esto es, por qué lo que narra no queda encerrado en su época. Es universal, como la maldad que retrata. En breves interludios, cada personaje va exponiendo su historia. Suman entre todos, cientos de vicisitudes, por todo el ancho mundo: Francia, España, Marruecos, Bulgaria, Rusia, Italia… Voltaire parece decir: ¿veis? En todo lugar el hombre ejerce y padece maldad.
Y en la página 54, Cunegunda dirá:
«Pangloss me engañaba de modo muy cruel cuando me decía que todo en el mundo va lo mejor posible.»
Cándido o el Optimismo (1759) Voltaire.
Esta cita es el corazón filosófico del libro. Y el libro, valga la redundancia, es de propósito claramente filosófico, aunque bien disimulado en una lectura muy amena, a base de capítulos muy breves y acción constante. En este sentido (ritmo narrativo) es casi un precursor de los actuales éxitos comerciales. Voltaire quería azotar la filosofía de Leibniz, desmontarla y dejarla en evidencia.
Lo que espesa un poco más es el diálogo. Las conversaciones entre personajes, se articulan en diálogos narrados, no en diálogos estrictos de raya y declaración. Incluso así, la lectura en general es muy amena pese a la intencionalidad descaradamente filosófica de Voltaire, ya comentada.
Es un libro que casi prepara la Revolución Francesa.
Como comenté, Voltaire muere en 1778, antes, por tanto, del citado hito, pero esta novela, desafía a la aristocracia, el clero, los fanatismos, etc. que aparecen aquí adornados con las peores sutilezas: los nobles abusan y esclavizan a las mujeres; los religiosos cometen latrocinios, abuso de poder y toda suerte de pecados. Sí, Cándido o el Optimismo, es una obra que supone (supuso) una bofetada en toda la cara del mundo medieval.
Como se ha dicho, todo son píldoras de sabiduría. Cualquier personaje las prescribe:
“Estos espectáculos hacían redoblar las disertaciones y, cuando no se discutía, el aburrimiento era tal que la vieja se atrevió a decirles un día: «Me gustaría saber qué es peor, si ser violada cien veces por los piratas negros, que te corten una nalga, pasar por las baquetas de los búlgaros, ser azotado y ahorcado en un auto de fe, ser diseccionado, remar en galeras, sufrir, en fin, todas las miserias por las que hemos pasado todos, o bien quedarse aquí de brazos cruzados». «<Buena pregunta, dijo Cándido.”
Cándido o el Optimismo (1759) Voltaire.
En el libro sobrevuela la idea de la teodicea. Constantemente. Esto es, cómo podemos encajar la idea de un Dios misericordioso y bondadoso, preocupado por el hombre, su criatura, con la sobreabundancia del mal que tan profusamente se recoge en el libro, al hilo de las andanzas del protagonista.
La edición. Cosas que ves antes de empezar a leer:
66 notas de apoyo y contextualización de la lectura.
Prólogo de Italo Calvino. Diez páginas.
Edición en tapa blanda, pero pija. De las que no se quedan hechas un guiñapo tras la primera lectura.
Marcapáginas a juego con la edición.
Guardas en el mismo verde pistacho con que han coloreado la palabra clave: Voltaire.
Una edición de lujo no siempre tiene que ser cartoné. Y a un precio contenido. Navona es una editorial que procura una buena lectura y un buen libro. Es decir, que piensa tanto en el mero lector como en el coleccionista de títulos.
En definitiva, un libro excelente, de mis preferidos de siempre. Sí, de todos. Uno de los mejores que he leído. Y todo, porque el final es apoteósico y de una claridad abrumadora: podemos viajar por todo el mundo; ocuparnos de los problemas de todo quisque, pero la mejor receta, como te dirá el experimentado Cándido, es ocuparte de tus propios asuntos.
Mi consejo: hazte con este libro. Es más, con esta edición de magnífica traducción y excelente diseño. ¡Ah!, y cuida tu huerto.
