Por qué leer Misery de Stephen King. Para mí es muy sencillo responder a esto: porque es su mejor novela. Bajo mi punto de vista, claro. Stephen King es el rey del terror. Así se le ha considerado millones de veces en tantas publicaciones, reseñas, opiniones, etc. Si King es sinónimo de miedo, Misery es su obra cumbre. Si a la hora de decir cuál su mejor trabajo tenemos que poner la escala en la capacidad para producir canguelo, Misery es la mayor.
Annie Wilkes es el personaje total de King.
No hay que empezar una reseña por la opinión. En esta ocasión, me veía obligado a hacer este exordio para dejar muy claro que hablo desde la inclinación personal, de lector que ha leído más de treinta libros, —entre cuentos, relatos, novelas, etc.— de este autor norteamericano.
Dicho esto, retomemos el orden natural de las cosas.
¿De qué va Mísery?
Paul Sheldon es un escritor de éxito. Su fama le viene de una saga de folletines ambientados en la época victoriana, cuyo personaje femenino, Misery Chastain, ha conquistado a una multitud de lectores que devoran sus novelas y esperan con impaciencia su próxima historia.
La historia comienza con un accidente de circulación. Sheldon conduce bajo una nevada intensa y traicionera que le hace sufrir una aparatosa salida de carretera que le deja malherido, inconsciente y al albur de un temporal muy violento en medio de una montaña más perdida que Nemo.
Cuando recobra el conocimiento, despierta en una cama. Está en una habitación que pronto presume de una vivienda y no de un hospital. Junto a su cama, le observa Annie Wilkes que lo saluda efusivamente y le explica lo sucedido: Annie lo ha salvado de una muerte casi segura; lo ha traído a casa y ha cuidado de él. Paul bendice su fortuna, ya que Annie bien lo ha salvado de una muerte garantizada.
«Soy su fan número uno» dice Annie a Paul. Es enfermera. También una mujer solitaria y fuerte como un animal de tiro. Vive apartada del mundo en aquella casa en la que ahora también está Paul Sheldon, el autor de los best sellers que ella devora con fruición. La mayor fan de Paul, lo es más aún de Misery Chastain. Paul —harto del encasillamiento al que le obliga su editor, que tiene en Misery la gallina de los huevos de oro—, ha acabado con la vida de Misery Chastain en la última entrega de la novela. A Paul le apetece escribir algo nuevo, diferente. Quiere un desafío literario, demostrar tal vez, que puede hacer literatura más seria.
Pronto descubrirá que Annie no ha sido una bendición. La enfermera lo mantiene encerrado en la habitación durante meses y le obliga a escribir El retorno de Misery. Cada noche, ella se sienta junto a la cama a repasar el borrador que Paul —bajo torturas sobrecogedoras— tiene que escribir sí o sí. Paul tiene que resucitar a Misery o él también morirá.
¿Qué pasará con Paul? ¿Conseguirá crear una obra que merezca la amnistía de Annie? ¿Conseguirá escapar de ese cautiverio en la casa de los horrores? ¿Quién es Annie Wilkes? ¿Dejará libre a Paul o seguirá torturándole hasta matarlo? Estoy seguro de que si no lo has leído te encantará.
Las obras de King siguen una trama. Sin embargo, yo no diría que estemos en tanta medida ante un escritor de tramas, cuanto de situaciones. Buena parte de la obra de Stephen King consiste en poner a personajes normales en situaciones imposibles. En esto es un verdadero maestro.
Misery es el epítome de este género. Un escritor de best sellers —como él mismo—, harto de escribir a capricho de sus editores, sufre un grave accidente —como el propio King— y de repente, se encuentra asistido por una lectora fanática que está dispuesta a matarle si no acomoda su narrativa a sus caprichos de perturbada.
Poner al personaje ante lo imposible o raro. La chica que amaba a Tom Gordon, El juego de Gerald, etc. son obras en que las personas quedan atrapadas en situaciones límite en la bibliografía de King.
Me salen las cuentas al decir: es su mejor obra. Stephen King es el maestro del terror. Sus libros tienen que dar miedo, producir angustia, incomodidad, etc. Si te pones en la piel de personaje lo tienes que pasar mal. Esa sensación es máxima con Misery.
Annie es el personaje cumbre de la literatura de King. Sé que muchos diréis que es Pennywise. Otros diréis que es Jack Torrance o incluso Danny. Carrie, por supuesto. Pero a mí me parece que a la hora de dar pánico, Annie Wilkes puede con todos. Pennywise, al fin y al cabo, no puede existir. No creo que una niña piroquinética me vaya a prender fuego con la mirada y dudo que un hotel me posea y me conviertan en un orate. ¡Ojo! Yo he disfrutado muchísimo con estas novelas y jamás las menospreciaré.
Pero Misery es especial. Lo que sucede en esta novela es absolutamente posible. Rocambolesco, una carambola, difícil, improbable, lo que quieras. Pero no es imposible. No hay nada sobrenatural en Misery. Hay una persona atormentada, obsesiva, solitaria y peligrosa. Violenta. Es perfectamente real. Podría ocurrirte. Por eso da tanto miedo, porque no hay seres sobrenaturales, ni fantasmas, ni demonios. Hay una persona armada de crueldad y llena de odio dispuesta a masacrar a otra, no ya sin piedad, sino en un estado de desconexión con la realidad que amedrenta al más pintado.
Es un personaje muy bien rematado. Tiene esas contradicciones que la hacen humana. Creíble. Es una asesina, torturadora, cruel y vengativa. No tiene el menor asomo de piedad. Y, sin embargo, se solaza leyendo unos cursis folletines románticos y para colmo victorianos. No es el tipo de lector que imaginarías para esas novelas. Es un personaje tan redondo que al adaptarlo al cine, Kathy Bates pudo ganar con ella la estatuilla a mejor actriz. Nos dice Wikipedia:
«Su actuación en Misery es reconocida como una de las mejores actuaciones femeninas de la historia del cine y del mismo modo pasó a la historia como una de las villanas más famosas de la historia del celuloide.»
Wikipedia en la entrada de Kathy Bates.
Con Sheldon, Stephen King da profundidad a la novela. A través de él se ponen sobre el tapete reflexiones profundas sobre el precio de la fama; el oficio de escribir; las fronteras de la sociedad moderna y sus descartes, personas que la sociedad va dejando en la cuneta y que se vuelven malas hierbas siempre ásperas y dispuestas a arañar.
Es una obra maestra y además propone una lectura ágil. Más rítmica que lo que King pide a sus lectores en otros textos como La cúpula o Un saco de huesos. También más breve.
Mi ejemplar, de 373 páginas, data de 1996. La obra se publicó en 1987, con un King ya consagrado tras obras como Carrie, El misterio de Salem´s Lot o El resplandor. Pertenece a aquella colección de bolsillo, los JET de Plaza & Janés, que son un símbolo de los noventa y las portadas más reconocidas por todos los lectores constantes de King.
¿Dónde adquirirlo? Mi ejemplar es exactamente el que dejo en este enlace. Si quieres ediciones más recientes, por ejemplo, te dejo este enlace.
Título | Misery |
Año | 1987 |
Autor | Stephen King |
Páginas | 373 |
Género | Novela de Ficción. Terror. |