“Saltar Anuncio”, un libro de relatos de Carlos Torrero

Reseña Saltar anuncio
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“Saltar anuncio” escrito por Carlos Torrero y editado por Editorial Sloper, que lo publica en 2023
y que cuenta con una extensión de 189 páginas.

Saltar anuncio” es una reunión de relatos con tema común. La condición humana contemporánea se mira con lupa, a través de una serie de relatos llenos de ironía, mala baba cuando toca y apuntes metaliterarios, para mayor solaz de la parroquia lectora.

Veintitrés relatos breves, a acomodar en menos de doscientas páginas. Te sale una media de ocho o nueve páginas por relato. Es decir, son piezas breves.

Los libros de relatos son hijos de su nítida estructura. La reseña que se puede hacer de ellos, también. Hay que verlos pieza por pieza, analizar cada uno por individual y al final, así lo pienso hacer yo, tratar de encontrar un hilo conductor común —si lo hubiera— entre todos ellos. Me doy a esa tarea.

El peligro de hacer un Clarice Lispector

Luna es una cajera de supermercado. No es nada de lo que quería ser: astronauta; crítica literaria y periodista cultural; madre ni compañera sentimental. Tampoco ha consumado su verdadera vocación: ser escritora. Lleva una vida inapetente, de carestía, soledad —con algún revolcón esporádico— y frustración. Al final, como Lispector, casi quema sus manuscritos, inéditos, y esto parece tener un efecto catártico. Un relato en el que vemos a una persona con proyección, sueños y formación presa en una economía de consumo que obliga a perseguir la manutención antes que el sueño literario. La de tantos escritores. También se nos da a pensar que somos un número. Una pieza de recambio. Dejamos un trabajo ingrato y otro vendrá detrás a comerse nuestro despojo.

Este me ha gustado. Le doy un 4/5.

Bienvenida la noche con su peligro hermoso

Como en el caso anterior, escrito en presente narrativo. Estamos en una furgoneta con un escritor bilbaíno atravesando una peligrosa carretera nevada en un país muy al norte. Tal vez Rusia, por la alusión al vodka o tal vez Finlandia por los nombres de los amigos a los que pretende visitar. La furgoneta lo va a dejar tirado en un páramo nevado a cuarenta bajo cero. Ese tatami blanco será una metáfora magnífica del folio en blanco al que se enfrenta el escritor. Lo único que sabemos de él es que todo lo que tiene en la vida es una hija con la que no se habla. Por eso, tal vez, su vida está en blanco, como su papel. Ese blanco será su tumba, parece decir el autor, en lo que yo interpreto como una reflexión acerca del horror vacui de una vida sin conexión con otros, tan propia de nuestro tiempo.

Mi valoración de este relato es un 4/5

El cirujano amarillo

De nuevo un escritor frustrado es protagonista. No sabemos su nombre, sí el de su mujer: Ruth. Ella lo ha obligado a asistir a la visita a un acuario. En dicha visita contemplan un pez que se llama cirujano amarillo. El relato quiere esbozar el paralelismo entre ese pez y el protagonista. Un pez acomodaticio y resistente. El personaje, es así. No ha triunfado como escritor pero se amolda a la comodidad de la vida académica como profesor de escritura. Y cuando alguna revista rehúsa publicarle, los manda a hacer gárgaras. El pez, el cirujano amarillo, ha de manipularse con cuidado. A pesar de su mansedumbre, tiene filo en la espina que guarda en la cola, y puede cortar.

Está escrito en pasado y narrado en primera persona. El protagonista es el narrador.

A este relato le doy un 3/5 porque, al menos yo, le he sacado menos filo.

Salmonetes con cerezas

Una panda de chicos a lo verano azul. Un estío de aquellos pre-Internet. Los chavales, se suben a la tapia de una playa para ver a las prostitutas del pueblo, solazarse en la tarde antes de retomar sus quehaceres. Anécdotas pandilleras, paparazzis a la caza de un centímetro de piel prohibida. Un despertar sexual analógico y en este caso, cutre.

Este relato me ha parecido menor. Le doy un 1/5.

Para qué sirve una mano

Muy buena reflexión sobre el mundo editorial. La cuenta en primera persona un escritor en paro. Busca trabajo en sepa Dios qué a diario en Internet. Cruza su camino con un churrero mútilo y aprecia su pundonor y el carácter necesario para continuar desempeñando un oficio faltándole una mano. Sin embargo, hace también una reflexión: el escritor, es el último eslabón de la cadena trófica del mercado. Muchos buscan trabajadores que puedan acreditar una discapacidad —cosas de la burocracia— pero nadie busca un escritor, ni siquiera las editoriales.

Lo he encontrado muy interesante. Le doy un 5/5.

Los oficios terrestres

Un escritor no llega a la presentación de su novela. Como la novia que deja plantado al novio en el altar, ya con el chaqué y la flor roja en la solapa y su madre con la peineta. Un relato que explora el miedo escénico, la difícil vida del escritor no bestseller, en resumen, lo difícil que es convivir con la pasión por escribir en el momento actual. Un relato que casi es complemento del anterior.

Le doy un 5/5

Fiesta latina

La infidelidad. El cambio de paradigma en nuestro tiempo. La gente se cansa. Se cansa de su pareja, de su estabilidad, de su trabajo, de sus relaciones, de su vida diaria… Busca constantemente la dopamina de las emociones nuevas: un nuevo tinte de pelo, un corte diferente; un amante; otro tatuaje, un coche más nuevo, etc. Y a medida que lo van teniendo, la insatisfacción vital no desaparece, pertinaz como es ella. El autor nos regala aquí una metáfora entre el oficio de peluquero y el de escritor que también es brillante.

Me ha gustado. Le doy un 4/5.

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Perú era una fiesta.

Chico conoce chica. Chatean y se mandan emails. Quedan para verse. Se enrollan y recuerdan ese rollo desde su vida madura. A Hemingway lo nombra casi de soslayo, creo que por justificar el título más que por contenido real.
No mucho más.

Con este conecté menos: un 2/5.

El humo ascendente de los rifles

Juliete. El malote del pueblo. El James Dean de por aquellos pagos. Vida acelerada, muerte temprana. Como si la vida, en vez de medirse en años se midiese en situaciones vividas, de modo que, quienes viven atesorando muchas, la gastan antes. Lo narra un amigo de correrías, y me deja el regusto, la picazón, la duda de si suplantará a Julito ahora que no está. Bienaventurados los mansos, porque heredarán la tierra.

A este le doy un 5/5.

Un búcaro de flores secas

El protagonista es un escritor medio arrumbado. Absorto en sus lecturas, que sólo abandona para escribir, todo a su alrededor es caos. Y desde aquí, el relato circunnavega el hecho mismo de escribir. La contemplación del mundo que le rodea —piezas de fruta podridas, el recuerdo de un búcaro de flores secas— tienen un fuerte valor simbólico. Significan aquí la desconexión del escritor para con su entorno; el descuido de sus relaciones, que como las manzanas o las flores, se marchitan. La escritura es una novia celosa que, si se corteja en serio, no admite corazones que se entregan parcialmente.

Viene a ser otra pieza más con un escritor y con una visión maldita del oficio. Una, la del 98% de los escritores, enjaulada en la impopularidad.

Le doy un 5/5

Luces largas.

Otro relato metaliterario. Pero este es especial. A mi gusto, es el mejor del libro. El narrador es alguien que ha leído el manuscrito de este libro —”Saltar anuncio”, el que nos ocupa— y le está dando su opinión a Carlos Torrero. Primero lo alaba, elogiando su capacidad de trascender a la simple realidad de lo cotidiano y ver poesía en una churrería o un autobús. Pero después, lo pone a parir, dándole un decálogo de razones por las que cree que este compendio de relatos no será aceptado para publicar.

Me encanta. Sí. Porque el autor es capaz de autoevaluarse con un ojo muy crítico, muy objetivo. Porque lo que anota es real, se percibe en el texto que vienes leyendo. No es algo puesto a voleo para que salga la broma del relato sobre el propio libro que estás leyendo. No, es un ejercicio que se toma muy en serio.

Genial. Le doy un 6/5

Las vacas que miraban a los trenes

El relato habla de la fama. Todo el mundo quiere ser famoso, o vivir la dolce vita que asocia con la fama. En un autobus, un tipo fantasea con que su guión lo hayan comprado unos americanos para hacer una película. Fabula también con la idea de contárselo a su compañero/a de asiento. Le cuesta deducir si es hombre o mujer, pero le apetece tener algo más que palabras con esa persona. Delirios de fama; sexo con desconocidos; ambigüedad sexual; falta de compromiso; infidelidad; insatisfacción vital, adolescencia tardía… Un buen florilegio de rasgos de nuestro tiempo.

Le doy un 4/5

Los hombres que beben cerveza no son como yo

Este me ha gustado mucho. Paternidad, pareja, familia, economía, hijos, infancia, crianza, conciliación, trabajo, ocio… y en medio de toda esa vorágine, vivir. Disfrutar la vida aun cuando se pone más laboriosa.

Este se lleva un 5/5

Música para supermercados

Los cambios mercantiles vienen de —o traen consigo— cambios sociales. Este relato cuenta el mundo de las grandes agencias de publicida. La edad dorada del sector. Cuando los jingles, los spots y las vallas publicitarias asentaban marcas en el consumidor. De su capacidad demiúrgica obtenían dinero e influencia. Poder. Ese poder daba lugar a abusos: laborales, sexuales, de nepotismo, etc.

Ese mercado ya no existe. Esos abusos y acosos se denuncian, y aquellos acosadores caen en el escalafón social y económico más rápido aun de lo que se auparon.

Muy bueno. 4/5

Pollo con garbanzos

El autor, el protagonista. Aquí tenemos un relato de literatura del yo. Nos cuenta Carlos Torrero cómo dehoja la margarita de su vocación literaria. Me quiere, no me quiere. Lo dejo, no lo dejo. En la exposición de motivos a un lado y otro nos encontramos un carboncillo del mundo literario actual y de la vocación de escribir. Lo de escribir obliga a enfrentar opiniones, menosprecios y aprecios, que son ajenas a otras disciplinas del saber.

Me ha gustado 4/5

Sobre mí

Este relato tiene genio. A borbotones. Pero además, le da un sopapo al mercado editorial de la autoedición que lo deja suave. Y al de los talleres de escritura creativa. Y al del amigo, vecino o camarada de escritor. Al entorno entero del escritor en ciernes. En especial, a los que intentan sacar cuartos a partir de la vocación —más o menos dotada, pero seguro esmerada— sincera de alguien que siente el deseo de escribir en un mundo mercantil y mercenario.

Excelente. 5/5

California Futomaki

Una relación de pareja. Bucólica. Necesaria por salvífica. Como llovida del cielo. Conexión. Serendipia.

No. La vida real no alberga éstas opciones.

Al menos eso cree el autor. Y a exponer esa tesis se da en este relato.

Interesante, pero se me queda dogmático. 2/5

El juego interior de los pívots

Acompañas a un hombre en un paseo con su padre. También, caminas con él un recorrido reflexivo —especulativo— sobre lo que tal vez haya sido su vida.

No está mal. 3/5

Ciervos que recorren la noche

El padre que eres. No hay mejor manera de contar el padre que tuviste. Eso anida en este relato. La capacidad crítica de mirar a tu padre, y la ceguera sobre tus propios defectos, tantas veces calcos de los suyos.

Muy buen relato. 5/5

Gafas de sol para caras redondas

Un relato sobre la manera en que concebimos el mundo. Sobre las mil formas que tenemos de evadir la realidad y centrarnos en distractores. En la ficción: ya sabes, una ilusión, una sombra, un frenesí. El ocio sobredimensionado, la desconexión con la realidad del mundo.

Buen texto. Le daré un 4/5

Riverboy y las válvulas de escape

Aquí habla de las aficiones. Por qué prefiere remar, perdón palear —¿bogar y ciar valdrían?— por un río que ir a un gimnasio. En todos los gimnasios hay jóvenes con músculos de dudosa procedencia que dan sermones de autoayuda. Es una generalización, no funciona en todos los casos, pero qué bien está cuando está bien traída. Total, que creo que nos habla de encontrar un espacio-tiempo para uno mismo, apartado de la vorágine, de la sociedad en su versión más exigente, del mundo contemporáneo.

Para mí, un 3/5

Una noche con Goya

El relato que más cosas nos cuenta del autor. El más nítido. Creo que además es necesario al tiempo actual, que alguien diga lo que se dice en este relato. Sobre todo a la gente que vive sus veinte o veinticinco años, a la que en redes sociales están bombardeando sin respiro sobre el éxito, que es siempre un concepto cuantificable, numérico, monetario y por supuesto, compartido por todos. De esa cifra, además, se deduce tu valor como persona.

Muy bueno también el análisis del presente del sector audiovisual.

Le pongo un 5/5.

Formas de bajarse de un caballo

De tinte muy personal. Habla de uno de los grandes rasgos de nuestro tiempo: la salud emocional, ¿mental? Ansiedad, estrés… En fin ya sabes, todas esas enfermedades que no se pueden escayolar, extirpar ni delimitar pero sí tratar y recuperar.

Muy recomendable. 4/5

El estilo

El escritor tiene una prosa muy ágil. Se nota que quiere tratar temas transcendentes, pero la brevedad del relato no permite ahondar mucho. La cuestión es que es una persona que escribe con fluidez.

Me han llamado la atención algunas metáforas un tanto suigéneris. Por ejemplo:

«El escritor avanza lentamente, como rodeado de leche». En un medio acuático nos movemos con más dificultades que en el medio aéreo, pero ¿leche? Pues sí, en ese relato (el segundo del libro) acaba teniendo sentido. Pero es llamativa.

Hay voluntad estética tras su funcional escritura. De no ser así no usaría un oxímoron como: «Un hermoso peligro». Ni una hipálage como: «aquí es el paisaje el que te habita a ti».

Mi opinión

Me ha gustado. He disfrutado leyendo este libro. Como cualquier persona, encuentro unos relatos más de mi agrado y otros me interesaron menos. Eso habla más de mí que del propio texto.

En un libro de relatos, pido coherencia. Nadie tiene que editar ni imprimir un libro de relatos conforme a mi premisa, pero mi condición para entender un todo tras la suma de cada pieza o ver un amasijo de relatos ordenados bajo el único nexo de ser escritos por la misma persona.

La literatura es más importante que los autores. Por eso me gusta que el nexo, más allá del autor, sea temático.

Esa coherencia está en “Saltar anuncio”. Habla de nuestra sociedad, de lo que es consuetudinario a nuestro tiempo. Unas veces —muchas— se refiere a ser escritor, otras muchas a tantas y tantas maneras de nuestra generación. Pero cuando te has zampado las casi doscientas páginas que suma el texto, te llevas una visión clara del mundo.

Yo diría que se busca más mostrar que opinar. Dibujar un bodegón de nuestro tiempo, profundo, con análisis y con reflexiones pero sin demasiados juicios de valor. Todo en su dosis justa. Para mí está muy bien.

Importa decir algo sobre poner notas a cada relato. Eso habla de mi conexión con cada episodio, no de su calidad literaria. Notas casi para mí, para jerárquizar mis gustos, que no tienen que ser los de nadie más.

Lo mejor es que tú mismo pongas tus notas. Es lo mismo que decir, que te lo leas. Yo desde luego lo recomiendo.

Es el primer libro que leo de editorial Sloper. Me ha gustado mucho y me demuestra que su catálogo está basado en una lectura honda y en la calidad de una propuesta diferente al establishment. No será el último que lea de ellos. Larga vida.

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Alvaro

Con el tiempo y el acúmulo nuevas lecturas, se va olvidando lo que vamos leyendo. Me parece que escribir sobre ello me ayudará a recordar mejor cada pequeña o gran historia que lea. Si de paso las pongo en común contigo y te puedo animar a leer o no un libro, me parece más útil que unas notas guardadas en un cajón como un ermitaño de tinta. De qué va y qué me ha parecido, sin más vuelo ni pretensiones. No son reseñas de entendido, sino de lector a lector.

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