Los eufemismos (2022)Ana Negri

Los eufemismos (2022) Ana Negri
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Los eufemismos (2022) Ana Negri Firmamento Editores 144 páginas. Mi primera aproximación a Ana Negri. No necesito más de una página para saber que estoy ante una prosa de las que me alucinan. Cuenta —la historia avanza—, pero no lo relata como te lo diría cualquiera, sino con voluntad estética. Fíjate si no, —muy al principio— en esta manera de decir que el sol se pone al caer ya la tarde:

«El sol ya ha comenzado a insistir, una vez más, en explicar cuál es el poniente y por qué se llama así poniéndose por Santa Fe»

Los eufemismos (2022)Ana Negri

Pues este es el nivel.

Por cierto, este es el Enlace de compra a la versión que yo tengo. Por si alguien lo quiere. Continuamos:

En el México actual viven Clara y su madre. Los padres de Clara salieron de Argentina por culpa de la dictadura de Videla. Vivieron el daño, la represión, la tortura y el exilio. Ahora, en México, conocemos cómo la madre sigue afectada por las secuelas que dejó ese traumático pasado y descubrimos como sus tentáculos afectan a su presente, y también, al de Clara. En esencia, esta es la historia que nos cuenta. Lo importante no es la trama, sino el arco dramático de Clara, que debe defender su propia necesidad de seguir adelante, frente al dolor de su madre, que defiende su derecho a quedar atrapada en el pasado.

Es un libro explorador. Explora la relación entre una madre y una hija, en la edad adulta, pero rememorando también episodios de la infancia. Es un libro que exige atención al lector, porque no se divide en cómodos y parcelados capítulos que ayuden a situar el contexto sino que, párrafo a párrafo, tienes que estar atento a los comentarios de época a que va aludiendo en cada momento, para entender si viajamos junto a Clara niña o adulta, y no perderte en esas sutiles analepsis.

La autora no cuenta, muestra. Te va dejando ver que la madre sufrió algún tipo de episodio traumático; que aún lo padece. Después te cuenta que el padre de Elías —su medio novio—, tiene crisis similares. Tienen origen común: la represión de la dictadura argentina, las torturas a que fueron sometidos antes del exilio en México, etc.

Los eufemismos (2022)Ana Negri
El exilio. Sus secuelas. El extrañamiento, tantas veces narrado en la literatura desde la Grecia clásica hasta nuestros días

Libertad, exilio, dictadura y cómo marcan las relaciones personales. Estos son los grandes temas en que se baña el libro.

Si hubiera que contar la trama, necesitamos paredes. Es una historia donde lo importante es el sentir del personaje más que el transcurrir. Pero bien, digamos que Clara y su madre viven en México. Los padres de Clara salieron exiliados de la Argentina de Videla. Fueron víctimas de la peor cara de las dictaduras: el autoritarismo.

En el tiempo narrativo, preparan un recurso desde México. Buscan el reconocimiento de un dolo por parte del Estado y reclaman una buena compensación económica para la madre. El padre ha vuelto a Argentina.

Argentina no es tanto el tema. Ni tan siquiera México. El tema es el exilio. La infelicidad existencial. Las relaciones entre madre e hija. Todo eso tiene mas planos que los países de la novela, aunque se bosquejan al fondo con claridad.

Pero como he dicho antes, hay que estar atentos. Por ejemplo, fíjate de qué forma tan sutil te cuenta esa acorazada intranquilidad con que viven las clases pudientes en la altamente delincuencial Ciudad de México, donde los secuestros y latrocinios han cobrado fama:

«Amurallado detrás de grandes puertas de metal cuyos bordes superiores están protegidos con cables de alta tensión, se levanta un robusto edificio de cinco plantas de concreto.»

Las rejas del edificio están protegidas con cableado electrificado de alta tensión. Eso no es algo que veamos con naturalidad en muchas otras partes, pero si lees de corrido, sin prestar atención, es un detalle menor que se te puede pasar en el afán de avanzar con la historia.

Literatura de alta gama.

Personajes

Clara es un personaje cóncavo que vive relaciones complejas. Le anoto esa forma porque es una persona difícil de atrapar. Se la ve cargada de buenas intenciones, pero víctima de una familia con una estructura complicada por la gracia del exilio. Tiene un rollo, no me atrevo a llamarlo amor, con Elías, un pintor inferior a lo que su ego le hace suponer. No está al cien por cien con él porque no lo está con nadie:

«lo que la fastidia tanto ahora, tirada en la cama con ropa de otro, no es lo impersonal del espacio ni la perenne pose de Elías, sino descubrir cuán distante está de todo lo que la rodea en ese momento»

Y además sigue enganchada a su ex: Mariano. Un muchacho adinerado, aún sin destetar de la influencia materna, que cuando tiene cinco minutos sin familiares presentes prefiere tocar su videoconsola en vez de a su pareja. Pero Clara sigue siendo dependiente de él, en parte por lo material, en parte por lo emocional.

No sé decirte si por abulia o por ineptitud. Clara vive la vida que marcan los demás, creyendo además —la muy ingenua—, que es ella quien decide, cuando su vida no es más que una secuencia pavloviana.

Temas paralelos

Hay temas que quedan al fondo, pero brillan. Uno es sin duda el de las diferencias idiomáticas y cómo eso afecta identitariamente al exiliado. Lo marca como forastero.

Fijémonos que aquí lizan Argentina y México. Mismo idioma, diferente léxico. El idioma y su papel tan relevante en la identidad de los pueblos es un tema bien retratado en esta novela.

Pero el gran tema es el exilio. Sus secuelas. El extrañamiento, tantas veces narrado en la literatura desde la Grecia clásica hasta nuestros días. Personas rotas, ya nunca arraigadas ni a lugar ni a personas. El destierro deja su aroma en la madre de clara, por su propio ser y por aquello de lo que se huye: un recuerdo que no cesa y que cada noche retumba en forma de pesadilla siempre inacabada:

«Una vez más su madre la ha conducido paso a paso a las puertas de su nueva lógica, de su historia contada desde el filtro de un miedo que no consigue justificar más que a partir del pasado, cuando sintió ese mismo terror ante la bestialidad de lo real.»

Inefable. Insuperable. La historia del siglo XX, aquí, acá y allá.

En síntesis, una novela corta. Narrador omnisciente. Un texto que juega muy bien al juego de mostrar, no contar, en el que el lector tiene que ir uniendo pistas e inferencias para entender lo que le están contando. Una historia donde lo que cuenta no es la trama ni la tensión narrativa, sino la relación entre los personajes.

Un libro en definitiva, sobre eufemismos. No llamar a las cosas por su nombre. Una crítica —tan sutil como una bofetada—, a la “reparación” que hacen las naciones con aquellas personas, hijas de la patria, que salen malparadas en sus delirios ideológicos de turno. Esa “reparación” sea tal vez el mayor eufemismo del libro. Las personas, cuando se les destroza la vida, poca reparación pueden tener.

Un libro de profundidades. Una tribuna abierta contra la dictadura de Videla, o peor, contra lo que vino detrás, y su incapacidad para resarcir.

Una novela a partir de una dicotomía. Intentar salvar a tu madre a riesgo de ser arrastrada a su infelicidad; o el ejercicio del derecho propio a buscar una vida mejor.

Una lectura que me ha llegado. Creo que esta escritora, Ana Negri, encierra mucho más. Lo veremos.

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Alvaro

Con el tiempo y el acúmulo nuevas lecturas, se va olvidando lo que vamos leyendo. Me parece que escribir sobre ello me ayudará a recordar mejor cada pequeña o gran historia que lea. Si de paso las pongo en común contigo y te puedo animar a leer o no un libro, me parece más útil que unas notas guardadas en un cajón como un ermitaño de tinta. De qué va y qué me ha parecido, sin más vuelo ni pretensiones. No son reseñas de entendido, sino de lector a lector.

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