Muerte en la entrega de premios

muerte en la entrega de premios
5
(1)

Un thriller muy metaliterario. No es trepidante, es más tipo novela Who done it? que recuerda, o casi es deudora, de la gran Agatha Christie. 

Una novela que se hace a sí misma spoilers muy discretos. Un plot twist que si no has estado atento/a no verás venir y que te deja muy buen sabor de boca. 

La historia se desarrolla durante la ceremonia del Premio Universo de Novela, (trasunto del premio literario más dotado y más polémico de la literatura) donde el evento se ve interrumpido por un trágico suceso: el cuerpo del escritor ganador cae sin vida desde lo alto de la tramoya del escenario tras escucharse un grito y el estruendo del vidrio al romperse. 

A partir de ahí se desencadena una trama de intriga, secretos y rivalidades literarias que mantiene el suspense a lo largo de la narración.

Logo Porque Leer

Muerte en la entrega de premios

Portada de Muerte en la entrega de premios

Autor: Juan Pablo Moreno

Editorial: NPQ Editores

Publicación: 22 de septiembre de 2025

Idioma: Castellano

Formato: Rústica con solapas y Ebook

ISBN: 979-13-87868-05-5

Páginas: [Número de páginas]

⭐⭐⭐⭒

Reseña de Álvaro Sánchez Oliveros

El narrador en primera persona, —homodiegético, testigo y no fiable— es un escritor sin éxito y un crítico literario defenestrado. 

Ha tenido la osadía (la de Ansón) de publicar una columna en la que afirma que el premio literario con la mayor dotación económica del mundo es un tongo que está amañado de antemano. Ahora vaga errante como el alma de Caín, pagando el precio de escupir en el plato en el que le daban de comer.

¿De qué va?

Madrid. Museo Reina Sofía. La Editorial Universo celebra la ceremonia de entrega de su gran premio de novela: 1,5 millones de euros al ganador. 

Lo gana Clemente Prieto. ¿Quién es Clemente Prieto? Un autor muy popular, conocido y reconocido por su obra Repúblika. Lo nombran ganador, lo llaman al escenario… y Clemente que no viene. 

¡Clemente! ¿Dónde te metes? 

Así están un rato hasta que entra en escena Clemente. Muerto en el escenario: ¿se ha suicidado? 

El tipo ha caído desde arriba sobre la mesa del jurado, que ha partido en dos con su aparición. La puesta en escena del crimen es espectacular. Punto para Juan Pablo Moreno.

A la gala asisten dos personajes protagonistas: Leo Grande, escritor y crítico literario decadente, cuya misión es hacer de partenaire de los finalistas que se han presentado firmando la obra con su nombre real, a pecho descubierto. Esto es, los que no van a ganar nunca. 

También está Tina Iraola. Es una ex inspectora de policía y detective privada, novelista aficionada y finalista del Premio Universo.

Entrambos surge una amistad y unión alrededor del suceso. Leo es amigo personal del fallecido y niega que se trate de un suicidio. Tina, por deformación profesional —y porque Leo le hace tilín—, comienza a investigar.

Al parecer el autor estaba recibiendo presiones. Querían que hiciera a toda costa una secuela de Repúblika, lo que sería sin duda un esperadísimo pelotazo editorial. 

Repúblika es una ucronía. Es un tipo de novela donde se plantea un recorrido histórico distinto al real. Clemente Prieto explora el escenario de una España en que la II República vencía en la Guerra Civil. 

Y Prieto proponía una segunda parte contraria al preferir oficial o políticamente correcto. Su segunda parte iba a presentar una España que se iba a plantar en los años ochenta convertida en la Cuba europea: atrasada, aislada, pobre. 

Y esa versión, le va a traer problemas. Su hipótesis en la que España tras la guerra va a ser una dictadura roja o azul pero dictadura siempre, no agrada a los intereses de ciertos antagonistas que buscan contar la República como «un paraíso de armonía truncado por el fascismo». No pueden consentir que esa novela con esa tesis vea la luz, pero tampoco pueden renunciar a los jugosos beneficios de una secuela que habrá vendido miles de ejemplares casi antes de salir.

Pero alrededor de Clemente Prieto empiezan a aparecer sospechosos: su editor, su novia, su agente, escritores acomplejados por su mayor talento, ideólogos contrarios a la tesis de su novela…

¿Quién querría eliminar a Prieto? ¿Quién resulta beneficiado con su muerte?

¿Qué intereses iba a perjudicar su novela?

¿Qué vinculación hay entre su editorial y los poderes fácticos? ¿Cuál es el móvil de más peso para cometer un crimen?

Esto es lo que Tina y Leo van a investigar y desde aquí ya no te cuento más. Te toca a ti descubrir hasta dónde llega la historia y cuán lejos nada Juan Pablo Moreno en su mirada crítica respecto del mayor premio literario de nuestra literatura. 

Razones para leerla

¿Cuál es el mayor atractivo de esta novela? Su tema. Aunque me ha gustado la trama y me agrada la manera en que está escrita, lo más interesante es el tema: los premios literarios y los pecados de la gran industria editorial. 

Que la novela tenga tema es un plus. A mí me parece un activo de primer orden.

Si el asunto toca en primera persona al autor, mejor. Y lo hace. Juan Pablo Moreno fue finalista del Premio Fernando Lara en 2014. La experiencia que vivió en aquella ceremonia, es alimento, combustible y justificación de esta novela. No es autoficción tipo Annie Ernaux, pero tiene muchos elementos biográficos del autor. Nace de ahí.

Obra de una fuerza crítica notable. Todo lo que se dice del Premio Universo (ficticio) se está diciendo del premio literario millonario (real) que tienes en mente. Sentado este axioma, podemos avanzar por la senda de esta reseña sin temor a perdernos. 

«la ceremonia de encumbramiento económico de un autor que ya lo hubiera conseguido todo en el ámbito literario, mediático o ambos»

El Premio Universo es el de mayor cuantía económica. Es el no va más. Pero dado que es ficticio y que todos vemos la entrega de premios del quince de octubre, es evidente de qué se está hablando.

Voz propia

Moreno es un autor muy aseado. Todo está en su sitio. Los diálogos hacen lo que tienen que hacer, son naturales, hacen avanzar la trama y desvelan detalles de los personajes que de otro modo deberían relatarse espesando prosa. Con las descripciones sucede lo mismo: las hay pero siempre aportan detalles que añaden información sobre los personajes, no son digresiones ni exordios líricos anticlímax. Es la novela que escribiría el alumno más concienzudo del taller de escritura narrativa. Y me gusta la gente concienzuda, suele hacer buenos libros. 

Los personajes generan interés.

Es verdad que he sufrido algún despiste por culpa del uso alterno de la voz narrativa. Me  agradan esos cambios de punto de vista, pero en este caso me ha descolocado en algunas ocasiones.

Por ejemplo, en la página 118, el narrador cuenta una conversación entre Tina y el Comisario José Artero. Aunque la novela tiene en su mayor parte un narrador testigo en primera persona —Leo Grande—, esta escena, acertadamente se narra en tercera persona, pues Leo no forma parte de la secuencia, no está allí. Sin embargo, en un momento dado, hace una apostilla al diálogo como si lo estuviera narrando Leo:

«—¿Algo así como el teniente Hastings en las novelas de Poirot?

—Supongo —soltó Tina a falta de una respuesta mejor; a pesar de mi recomendación al respecto, seguía sin haber leído ninguna novela de Agatha Christie.»

¿El narrador testigo puede relatar una escena en la que no está? Sí, porque ha podido tener conocimiento de ella más tarde. Pero entonces tiene que narrar toda la escena ese mismo narrador. Si está toda la escena en tercera persona, narrador omnisciente que conoce incluso los estados emocionales internos de los personajes, debe respetarse. O mejor dicho, así lo creo yo, con todas las limitaciones que yo puedo tener.

Esto podría ser el equivalente audiovisual a saltarse el eje. No tiene mayor importancia, si acaso la mínima excepción que confirma la regla de un autor disciplinado. 

Al margen de ese rasgo, frase a frase, me parece un escritor más que aceptable. Ya quisieran muchos.

La trama no es convencional pero tampoco imposible de creer. De nuevo, todo está en su lugar. 

Otro detalle que me ha interesado: los protagonistas son escritores. Y claro, hablan de libros, de informes de lectura, de novelas, El gran Gatsby esto, Agatha  Christie lo otro… Si eres aficionado a la literatura, este detalle te gustará.

De hecho, es de esas novelas que tienen otra dentro. No es un rasgo nuevo.

Si tuviera que darte un único motivo para leerla sería este: esta novela es una deliciosa mezcla de realidad y ficción

El protagonista comienza a escribir una novela. Pero no una cualquiera: está escribiendo justamente la historia que tú, lector, estás leyendo. Eso le da unas capas de profundidad y de técnica muy valiosas a esta novela. Debe ser muy difícil hacer ese juego dual pero a Juan Pablo Moreno no se le escapa en ningún momento. Los propios personajes, Leo y Tina, se deslizan en la frontera entre lo que viven en realidad —la novela de Moreno— y lo que para ellos es la ficción —la novela de Leo Grande— y queda muy bien. 

Me ha gustado esa propuesta.

Y es que al fin y al cabo, esta novela es también eso que viven los personajes. Un cuadro de márgenes difusos entre la ficción y la realidad que vivió el autor como finalista del Premio Fernando Lara. No olvidemos que de aquella experiencia nace la idea para escribir esta obra. 

Otra razón para leerla es Tina. Es un personaje que llena al lector. Una especie de Bruce Wayne en femenino, que vive en una guarida ultra tecnológica muy premium en un barrio humilde.  

En un momento dado, Tina toma la palabra. Sé convierte en narradora homodiegética, como antes lo ha sido Leo… y resuelve la trama. 

Por cierto, el desenlace es de los que no desentonan. Todos los arcos narrativos resueltos, todos los arcos dramáticos principales nítidos, y una promesa de volver a encontrarnos con estos personajes. En una novela de estas características, un buen desenlace es fundamental. Si estuviéramos leyendo En busca del tiempo perdido, lo de menos es lo que pasa, sino lo que te cuentan y cómo te lo cuentan, pero en una obra de esta naturaleza, el final tiene que ser un colofón. El trueno gordo al final del castillo de fuegos artificiales. 

El elefante amarillo en medio del salón: el tema de la novela

Los premios literarios son el tema. La industria editorial (la gran editorial) es el asunto del que a mayores habla esta novela más allá de su peripecia. 

¿Es el ajuste de cuentas del propio Moreno con los grandes grupos editoriales? No lo sé. Yo no advierto tanta animosidad como deseos de compartir una lección aprendida. De aportar información desde dentro, o cuando menos, desde cerca.

Pero leyendo, te das cuenta de que aquí hay algo más. Los intereses ideológicos aparecen como factor desestabilizador en la industria editorial. Los libros propagan ideas. Lo hacen con detalle, con reflexión, con tiempo para la toma de conciencia. Justo lo que el poder no quiere. Lo que teme. En la era de la posverdad, el relato de los hechos importa más que los hechos mismos. 

Esta novela propone una tesis. O mejor dicho, una de las novelas dentro de esta novela, es muy crítica con la canonización secular de la II República y sostiene que el autor víctima, Clemente Prieto, había escrito una ucronía donde la II República vencía en la Guerra Civil, pero desembocaba en República bananera. Aparecen defensores de una versión oficial que no puede tolerar que se mancille la reputación santurrona que quieren dar a ese momento histórico.

En este sentido, Juan Pablo Moreno propone una obra valiente. Es capaz de mirar a las dos Españas para amagar que ambas se parecen más de lo que una y otra están dispuestas a admitir.

Aquí hay mucho más que una crítica a los Premios Literarios 

La promoción de esta novela se sube al carro de la polémica que muchos años genera el premio literario más popular y dotado en habla española en sus últimas ediciones. No parece casual que se haya lanzado en octubre y con ese título. 

Para no convertirlo en un libelo, se crea un premio ficticio, pero es evidente que alegóricamente se pone la mira telescópica sobre el premio que tú y yo sabemos. 

Es casi una novela de tesis cuyas premisas son:

  • El gran premio literario no es un premio literario tanto como una estrategia de marketing.
  • Se sabe de antemano quién lo ganará 
  • El ganador debe encajar en una estrategia comercial, ideológica… 

Pero en esta novela duerme mucho más bajo la superficie. Sutilmente oculto. Latiendo bajo la intriga detectivesca. 

Las dos Españas. El escritor asesinado es autor de una ucronía según la cual, el bando republicano sale victorioso de la Guerra Civil… e impone una dictadura proletaria. Según esto, España desembocaría en una dictadura de uno u otro signo al acabar la guerra. Esto, lo ponemos en boca de un autor ficticio en su novela también ficticia. Pero ahí queda. La secuela de esa novela, defiende que esa misma España, ya en los años ochenta, iba a ser una especie de Cuba, palmero soviético y pobretona. Y eso no le iban a permitir publicarlo desde el establishment

Es sólo la tesis de una novela dentro de esta novela, pero requiere un par de bemoles. Lo que pasa es que lo esconde a la simple vista. Un lector que lea con la prisa que estimula la intriga tipo Agatha Christie que propone, igual pasa por alto el mensaje, o quién sabe, tal vez cala poco a poco en su subconsciente.

 En la página 163 dice:

«leí con interés la historia de intrigas palaciegas durante el breve reinado de Rodrigo, entre los años 710 y 711, hasta que se preparaba para salir hacia su muerte durante la batalla de Guadalete, el destino de su reino sellado por la incompetencia y las disensiones entre facciones que tenían mucho más en común entre sí que con los invasores árabes

El fragmento, aunque situado en la España visigoda del 711, contiene un potente mensaje de actualidad que el autor «escamotea» o inserta sutilmente en la reflexión histórica.

El autor utiliza la caída del reino visigodo como un espejo histórico para criticar la situación política contemporánea. El mensaje escamoteado es una dura advertencia: las sociedades y los gobiernos no caen tanto por la fuerza de un enemigo externo, sino que se autodestruyen por sus propias divisiones internas, la incompetencia y la ceguera de sus élites.

Al señalar que las facciones visigodas «tenían mucho más en común entre sí que con los invasores árabes», el autor está haciendo una clara alusión a la polarización política actual. La reflexión sugiere que, cuando los grupos de un mismo país se dedican a luchar entre ellos, olvidando lo que los une y exacerbando sus diferencias, debilitan la estructura nacional hasta hacerla vulnerable a cualquier crisis o amenaza externa.

En esencia, el mensaje es: el mayor peligro para un país no es el «invasor» de turno, sino su propia incapacidad para mantener la unidad y gobernar con eficacia.

Son cargas de profundidad que pasan casi inadvertidas. Están ahí, a la vista, pero cortitas, diluidas en la argamasa superior del todo. 

Una lección de Moreno a la industria 

En la página 70, Leo Grande, el protagonista, dice:

«No siempre se escribe con la intención de publicar»

Más tarde, en la 253, dice:

«No todo lo que se escribe tiene que ser con el objetivo de publicarlo. Hay veces que con disfrutar es suficiente.»

Otra lectura profunda en esta novela. Sobre el hecho de escribir ficción. ¿De qué está hablando Leo Grande con esos dos asertos?

¿De la ingente cantidad de títulos que se publican en la actualidad sin la calidad suficiente? ¿De editoriales que no están haciendo su trabajo de corrección de estilo y en última instancia de barrera de acceso?

¿De que si no eres un buen escritor, escribas por disfrute pero no te engañes a ti mismo publicando algo que no tiene el nivel? De que publiques solamente aquello que merezca ser publicado. De que ahora que está ahí la autopublicación en Amazon, las editoriales —imprentas— de autopublicación y tantas facilidades de coedición, seas tú mismo quien ejerza de abogado del diablo. Quien sea capaz de ser crítico con su propia obra. Esto ya lo recomendaba Virginia Woolf por cierto, hace más de cien años.

Y mira que este libro se ha producido por esos cauces. Pero tiene un filtro de calidad que me parece que lo trae de casa.

Mi recomendación 

Buena novela. Me parece una novela escrita con mucho mérito. Se nota muy trabajada. Es una trama detectivesca, pero dopada con un tema atractivo, de mucho interés y con la valentía que requiere la denuncia de muchas verdades de nuestro tiempo.

Demasiados ingredientes en la olla como para no probar el guiso. Me ha gustado

Detalles editoriales

• Autor: Juan Pablo Moreno

• Título: Muerte en la entrega de premios

• Editorial: NPQ Editores

• Fecha de publicación: 22 de septiembre de 2025

• Idioma: castellano

• Formato: rústica con solapas y en versión ebook

• ISBN: 979-13-87868-05-5.

Valora este libro

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

5 / 5. Recuento de votos: 1

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Ya que has encontrado útil este contenido...

¡Sígueme en los medios sociales!

¡Siento que este libro no te parezca interesante!

¡Déjame saber qué libros son tus preferidos!

Cuéntame, ¿qué es lo que no te gusta de este libro?

¿Te gusta leer?

Recibe mis reseñas en tu correo

¡Sin spam! No te mando nada más que reseñas

Alvaro

Con el tiempo y el acúmulo nuevas lecturas, se va olvidando lo que vamos leyendo. Me parece que escribir sobre ello me ayudará a recordar mejor cada pequeña o gran historia que lea. Si de paso las pongo en común contigo y te puedo animar a leer o no un libro, me parece más útil que unas notas guardadas en un cajón como un ermitaño de tinta. De qué va y qué me ha parecido, sin más vuelo ni pretensiones. No son reseñas de entendido, sino de lector a lector.

Deja una respuesta

  • Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:NOVEDADES LITERARIAS
  • Comentarios de la entrada:Sin comentarios
  • Última modificación de la entrada:octubre 29, 2025
  • Tiempo de lectura:15 minutos de lectura