El jugador, de Dostoievski. La novela más autobiográfica del genio ruso.

Reseña de El jugador de Dostoievski
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El jugador de Fiódor Dostoievski es una novela corta escrita en 1866. La obra fue publicada por primera vez en la revista El Mensajero Ruso, y posteriormente se publicó como libro independiente en el mismo año.

Creo que la mejor manera de contar esta novela es esta: contarte de qué trata y después, explicarte cuánto de autobiográfico hay en ella.

Se narra en primera persona la historia de Alekséi Ivánovich. Es un joven tutor al cargo de dos hijos del General, otro personaje clave de la novela. El General pertenece a una familia rusa adinerada pero está arruinado por su carácter pródigo y su ludopatía. La novela se desarrolla en la ciudad alemana de Ruletemburgo, un trasunto de Wiesbaden, donde Alekséi se ve arrastrado por la pasión del juego de la ruleta. Obsérvese que Ruletemburgo se puede descomponer en Ruleten + Burgo. En alemán es algo así como la ciudad de la ruleta. Acompañan al general una joven hijastra, Polina, una mujer francesa mademoiselle Blanche y su madre viuda y un aristócrata francés, De Grieux. Orbital a este grupo, hay un personaje inglés, Mr Astley. Por último, la abuela, una anciana rusa, rica, pariente de El General. Todos están esperando que muera para heredarla, dada la desesperada situación del grupo en Ruletemburgo.

Además, hay triángulos amorosos, viciados todos por la perentoria realidad. Alekséi está obsesionado con Polina, que lo rechaza con total desprecio y con un cinismo extraordinario, pues ella aspira a conquistar a De Grieux, a quien cree un potentado aristócrata francés. Mr Astley, que es el único solvente, también tiene un tibio interés en Polina. El General, por su parte, está perdidamente obsesionado con mademoiselle Blanche, que mientras no vea muerta a la anciana y heredero al General, no querrá saber nada de tan desesperado pretendiente.

La trama gira en torno a tres personajes principales: Alekséi, el preceptor adicto al juego; Polina Aleksándrovna, la hijastra del general y mujer enigmática de la que Alekséi está enamorado; y el general ruso, un hombre derrochador y ludópata.

La novela se consagra a estos personajes. Nos deja ver a unos y a otros cayendo progresivamente en su adicción, y en una irracionalidad creciente. Los que juegan, perderán el juicio casi antes que el dinero, los personajes que no van a la ruleta, nos dejarán ver también la cara más mezquina del ser humano.

Dicho esto: ¿qué tiene que ver esta historia con Dostoievski?

¿Una novela autobiográfica?

¿Podemos hablar de novela autobiográfica? En muchos aspectos, Alexei Ivanovich, es un trasunto del propio Dostoievski. El autor, como el protagonista de la novela, también conoció a una Polina. La Polina en la vida de Dostoievski era Apolinaria (Polina) Prokófievna Súslova, una joven escritora y una de las mujeres más notables de su época. Dostoievski se enamoró perdidamente de ella, y su relación fue apasionada y tormentosa.

Polina Súslova era una mujer fuerte, independiente y enigmática, características que Dostoievski plasmó en el personaje de Polina Aleksándrovna en «El jugador». Al igual que el personaje de la novela, Polina Súslova era una mujer compleja y contradictoria, capaz de despertar tanto amor como desesperación en el escritor.

La relación de Dostoievski con Polina Súslova fue una fuente de inspiración para su obra, y su influencia se puede sentir en muchos de sus personajes femeninos.

Pelele de pasiones amorosas y del juego. Dostoievski sufrió de una adicción al juego durante varios años. Pasó tiempo en casinos europeos, donde experimentó tanto las victorias como las devastadoras pérdidas como las que aparecen en esta novela.

Con respecto a las deudas. Los personajes de esta novela están urgidos por las deudas. ¿Y Dostoievski? El propio autor estaba en esa misma situación. Dostoievski se encontraba en una situación económica precaria debido a sus deudas de juego y a la necesidad de mantener a su familia. En un intento por mejorar su situación financiera, firmó un contrato con el editor Fiódor Stellovski. Este contrato, lleno de cláusulas desfavorables para el escritor, le exigía entregar una nueva novela antes del 1 de noviembre de 1866. En caso de no cumplir con el plazo, Stellovski se quedaría con los derechos de autor de todas las obras de Dostoievski durante los siguientes nueve años.

La presión era enorme. Dostoievski, además de lidiar con sus problemas personales y su adicción al juego, tenía que escribir una novela completa en un tiempo récord. Para agravar la situación, en ese momento también estaba trabajando en «Crimen y castigo», otra de sus grandes obras. La novela que hoy nos ocupa, «El jugador«, se completó en tan solo 26 días.

En la correspondencia del autor, se lee de su propio puño y letra cómo abordó la tarea en aquel 1866. Por la mañana escribía Crimen y castigo y por la tarde El Jugador. No cabe duda de que era un absoluto genio.

Estilo

Novela introspectiva, muy del gusto del autor. La historia es contada desde la perspectiva del protagonista, Alexei, lo que permite una visión íntima de sus pensamientos y emociones. Si como yo, ya has leído Crimen y castigo, verás que en esta novela, no entra tan a fondo en la psique del personaje. A cambio de esa menor extensión en la psicología del personaje, la precisión con que presenta sus emociones es magnífica. Es difícil que en una novela tan corta el lector llegue a conocer y anticiparse a las reacciones y conductas de los personajes, pero aquí lo logras sin ninguna dificultad. Están muy bien dibujados.

Estamos ante una edición totalmente nueva. La editorial Navona, que yo tengo entre mis más altas estimas porque trata con verdadero respeto cada clásico que pone en su catálogo, la ha incluido en su Serie Ineludibles. La traducción de Marta Rebón consigue resultar muy legible a un lector actual sin perder la potencia simbólica e introspectiva marca de la casa en el caso de Dostoievski. Además, las notas (es una edición anotada) constituyen un aparato crítico muy interesante que, al menos para mí, es imprescindible de cara a entender completamente qué es lo que Dostoievski nos está queriendo decir con esta novela. Ergo, si buscas esta obra, te recomiendo por mucho esta edición. 

La novela “El jugador” se centra en la vida de Alexei Ivanovich, un joven tutor que trabaja para una familia de aristócratas rusos, —un general— que tienen demasiada altivez y poco dinero. La trama se desarrolla en un balneario ficticio en Alemania, —en la imaginaria Ruletemburgo— donde Alexei, junto con otros personajes, se enfrenta a las tentaciones y peligros del juego. Los allí reunidos, tienen dos rasgos en común: son una piara de pretenciosos y están sin blanca. Todos como locos por conseguir el dinero, y Dostoievski forma con ellos un cuadro decadente verdaderamente notable. 

Gracias a las notas de la traductora, comprendemos una simbología oculta en la novela: 

«El castillo de Meisenburgo está a la sombra de Schlangenberg, la llamada «Montaña de la Serpiente», la mayor elevación de la zona. Las ominosas alusiones en el nombre de la montaña son claras. La ciudad, en el sentido de la novela, está en poder del diablo; la gente ha perdido aquí su libertad moral y espiritual. La creencia en el diablo ha sustituido a la creencia en Dios, y la gente cede continuamente a la tentación en su búsqueda del oro, como ha estudiado Robert Louis Jackson.»

Alexei se ve atrapado en el mundo del juego, lo que pone en riesgo su bienestar y sus relaciones.

La novela se sitúa en el siglo XIX. Es una época de grandes cambios sociales y económicos en Europa. La historia transcurre principalmente en un ficticio balneario alemán, reflejando el ambiente cosmopolita y decadente de la sociedad europea de ese tiempo.

Plasma una mirada incisiva sobre el juego y cómo puede este consumir a una persona y afectar sus relaciones y decisiones.

Dostoievski explora las motivaciones y conflictos internos de sus personajes, ofreciendo un retrato complejo de la naturaleza humana. La novela también actúa como una crítica a la aristocracia y la decadencia moral de la sociedad europea.

La obra es ya muy madura. Se publica justo un año después de Crimen y castigo (1866), probablemente su mejor novela, con permiso de Los hermanos Karamazov que aún no he tenido la audacia de leer.

Cronología de las obras de Dostoievski

Vamos a recuperar un poco de la cronología literaria de Dostoievski para entender en qué etapa de su madurez escritora enmarcamos esta novela corta: 

Tabla de Obras de Dostoievski
ObraAño de PublicaciónCategoría
Pobres gentes1846Novela
El doble1846Novela corta
Cartas desde el infierno1847Ensayo
Noches blancas1848Relato
Nétotchka Nezvánova1849Novela inconclusa
Un escritor en apuros1855Ensayo
El sueño del tío1859Novela corta
Humillados y ofendidos1861Novela
Impresiones de verano1862Ensayo
Apuntes de invierno sobre impresiones de verano1863Ensayo
Memorias del subsuelo1864Novela corta
Crimen y castigo1866Novela
El jugador1867Novela
El idiota1869Novela
El eterno marido1870Novela corta
Los demonios1872Novela
El adolescente1875Novela
La sumisa1876Relato
El sueño de un hombre ridículo1877Relato
Los hermanos Karamázov1880Novela
El discurso de Pushkin1880Ensayo

Tema principal 

La adicción al juego y sus efectos destructivos en la vida de las personas. Esto es lo que verás en muchas reseñas, pero yo no estoy totalmente de acuerdo con esto. Sí: el juego y la obsesión ludópata son el vehículo sobre el que avanza la historia, pero son la expresión de algo más profundo:

El poder del dinero: La novela explora cómo la obsesión por el dinero puede corromper a las personas y afectar sus decisiones. La obsesión por el dinero —no por el juego— produce ludópatas. Nadie llama ludópata a quien juega con sus hijas cada tarde al parchís sin apostar. Es la persecución del dinero quien genera ludópatas, ladrones, corruptos de todo tipo, desfalcos, mordidas… 

Las pasiones desordenadas destruyen al hombre. Desde los postulados del filósofo neerlandés, Baruch Spinoza, que distinguía entre pasiones alegres y pasiones tristes, esta novela claramente habla de pasiones tristes —como corresponde al más puro Dostoievski—, las que incluso pueden ser una desvirtuación de una pasión positiva por exceso: es el caso de la atracción que siente Alekséi por Polina.

Yo sostengo que El jugador es una novela de sanación de Dostoievski. Tuvo que ser muy consciente de sus errores para hacer un ejercicio de autocrítica —casi una caricatura— de sus propios vicios.

Personajes Principales

 Alexei Ivanovich: El protagonista, un joven tutor que lucha con su adicción al juego. Es un personaje cínico, en permanente alusión a sus comportamientos más deficitarios a los que siempre responde igual: ¡qué más me da! Además es un tipo pusilánime. Incapaz de sobreponerse a una adicción como el juego, a una pasión amorosa a todas luces inconveniente… No es capaz de poner freno a nada de la inmoralidad que le caracteriza.

La abuela: Una figura dominante y rica, cuya fortuna es central a la trama. Todos los personajes están esperando que muera para sacar partido de su fortuna. Es un personaje muy referencial, se habla de ella pero nunca aparece en escena, por decirlo teatralmente. Hasta aquí puedo decir sin incurrir en detalles que destriparían la historia, y aunque Dostoievski no sea un escritor de tramas, a nadie le gusta que le adelanten detalles, y menos en novelas que exigen algo más de concentración que la media.

 Polina Alexandrovna: El interés amoroso de Alexei, cuyo destino está ligado a su comportamiento y decisiones. Polina es una mujer apegada al dinero, una mercenaria del matrimonio, que elige sus maridos por las posibilidades económicas que les puedan rendir, pero que da esperanzas a Alexei, a quien manda con dinero a jugar a la ruleta para ganar más para ella. Insaciable y menesterosa, mala combinación. Manipuladora, fría y guapa. Un peligro. Es cínica y cruel. Está en una situación un tanto desesperada y desde ahí opera en beneficio propio, caiga quien caiga. Aparece como alguien carente de escrúpulos. Un personaje muy propio de Dostoievski.

Lista de personajes de El Jugador de Dostoievski

Tabla de Personajes
PersonajeReferencia
Alexei IvanovichEl protagonista, un joven tutor con una adicción al juego.
Polina AlexandrovnaEl interés amoroso de Alexei, compleja y misteriosa.
La abuelaUna rica y dominante anciana cuya fortuna es central en la trama.
El generalEl jefe de Alexei, un aristócrata endeudado y con problemas financieros.
Mlle. BlancheUna mujer intrigante y ambiciosa que busca casarse con el general por su dinero.
Mr. AstleyUn caballero inglés, amigo de Alexei, que muestra interés por Polina.
De GrieuxUn francés calculador y manipulador, implicado en los asuntos financieros del general.
Maria FilippovnaLa amante del general, que tiene una relación tensa con Polina.
Antonida VassilievnaUn personaje secundario que aporta profundidad a la trama social del balneario.

Psicología del ludópata

A través de Alexei conocemos la psicología del ludópata. Hay una racionalización, esto es, un intento de justificar lo que hace, que pareciendo que trata de convencernos, lo que busca en realidad es el autoconvencimiento y la minimización del problema, incluso recurriendo a cosas tan irracionales como un presentimiento:

«De hecho, sabía desde hacía tiempo que no podría irme así como así de Ruletemburgo; que algo radical y definitivo iba a ocurrir sin falta en mi destino. Así tenía que ser y así sería. (…) ¿Por qué el juego debería ser peor que cualquier otra forma de ganar dinero, como el comercio, por ejemplo? Es cierto: solo gana uno de cada cien. Pero ¿a mí eso qué más me da?»

Ideología política 

Según diversos estudios que encontré online, Fiodor Dostoievski tenía una visión compleja y a veces contradictoria del nacionalismo ruso: Aunque es conocido por sus ideas nacionalistas, también expresó preocupaciones sobre el impacto de la modernización y la influencia occidental en Rusia.

Esto se ve en la novela perfectamente. Las degradaciones que Alexei hace del carácter francés a partir del personaje De Grieux cargan la suerte sin ambages: hipocresía, superficialidad, doblez moral…

Fiódor el oscuro

Habrás oído decir que el estilo de Dostoievski es oscuro. Cierto, pero ¿qué quiere decir esto? ¿En qué detalles tenemos que apoyarnos para decir tal cosa?:

Dostoievski se centra en la condición humana. Ahora bien, su preocupación principal no es el amor, la libertad, el perdón, la amistad, el impulso social, el comportamiento racional… Su mirada viaja en otra dirección: las obsesiones, adicciones y debilidades; la falsedad y la hipocresía; el crimen, la culpa; las pasiones desenfrenadas y desaforadas… 

Sus temas suelen pivotar alrededor de la miseria, la pobreza… Sus protagonistas suelen ser personas marginales. Personajes alienados y aislados. Anti-héroes que nos saben muy reales por su dualidad moral. 

Sus novelas tienen una alta intensidad emocional. Las descripciones de los espacios, los lugares, los detalles… son casi siempre someras. En cambio, la precisión con que describe las emociones, sentimientos y estado mental de los personajes es de una precisión absoluta. 

Su visión del ser humano es realista. Ve virtudes y defectos, pero su obsesión está en la profundidad de lo más oscuro:

«El ser humano es déspota por naturaleza y le gusta ser torturador. A usted le encanta
(El jugador, Fiódor Dostoievski (1867) Editorial Navona. Pág. 57)

Qué nos quiere decir Dostoievski 

Que estamos de rodillas ante el dinero y ante las pasiones. Que nuestra obsesión por la posesión material nos tiene esclavizados. Esto le da una universalidad total a la obra. Hoy está tan vigente como en 1866.

Hay varias manifestaciones de esa obsesión en la novela:

La mercantilización del otro: Los personajes de esta novela viven a merced de su obsesión por el dinero: están arruinados y no hacen más que desear la muerte de una anciana rica a la que quieren heredar. Pese al parentesco, no les interesa de ella más que el dinero. Esto pasa en tantos casos, que hasta en los velatorios vemos a los herederos iniciar las disputas patrimoniales, con el causante todavía presente.

La hipocresía interesada: estamos dispuestos a cambiar nuestros comportamientos, a falsearlos, por tal de alcanzar el preciado tesoro. Seguro que reconoces —¿nos reconocemos?— en algunas escenas parecidas.

La pérdida de control: cuando hay dinero en juego, somos capaces de hacer cosas que no haríamos si no mediase la posibilidad de hacernos con un botín.

La avaricia pura: uno de los personajes, para no hacer spoiler no diré cual, tiene una opulencia económica notable y, sin embargo, juega compulsivamente en la ruleta por el mero placer de ver multiplicado su dinero. A tal grado llega su obsesión que está dispuesta a perder una enorme suma, solo por la posibilidad de ver crecer su suma inicial. 

Todos dan la espalda a la razón. Como si Dostoievski nos estuviera diciendo —contando más bien— que cuando eres presa de esas pasiones tan extremas, no estás capacitado para razonar.

La razón se eleva como antídoto al desorden apasionado.

Alekséi, el protagonista, no aparece al principio tan postrado por el dinero. Sin embargo, su postración es presa de su propia obsesión. Un interés desordenado por Polina le hace actuar de forma servil, ridícula y deshonrosa. Es un pagafantas, un arrastrado.  

Es decir: nos someten nuestras pasiones. En unos casos, el dinero, en otras el deseo… las pasiones no bien encauzadas son destructivasTener una pasión exige tener un carácter educado y del mismo tono que esa pasión, para mantener la homeostasis, un cierto equilibrio. 

Reseña de El jugador de Dostoievski

Mi opinión

Una novela que no es genial, escrita por un genio. Es excelente, una gran novela, tiene trasfondo y muchas lecturas de gran universalidad, pero no es Crimen y castigo. No es una novela tan ambiciosa, tan total. Aquí la ambición era terminar pronto y entregarla para no verse en la bancarrota. Que alguien sea capaz de escribir una novela tan buena, que se sigue leyendo sin merma casi 170 años más tarde en menos de un mes… un genio.

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Alvaro

Con el tiempo y el acúmulo nuevas lecturas, se va olvidando lo que vamos leyendo. Me parece que escribir sobre ello me ayudará a recordar mejor cada pequeña o gran historia que lea. Si de paso las pongo en común contigo y te puedo animar a leer o no un libro, me parece más útil que unas notas guardadas en un cajón como un ermitaño de tinta. De qué va y qué me ha parecido, sin más vuelo ni pretensiones. No son reseñas de entendido, sino de lector a lector.

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