Ser un estoico. Filosofía para blanquear la autoayuda.

Ser un estoico de William Mulligan
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El estoicismo vive ahora, en el siglo XXI, un boom inaudito. Pero lo que brilla es una jibarización de sus aforismos más sencillos, que son puestos en un contexto simplón, pero convenientemente aprovechados para servir al propósito de vender libros a consumidores de autoayuda, desarrollo personal (sociedad del rendimiento) y psicología de excitación pasajera. 

El estoicismo toma su nombre de estoa Pecile, voz griega que alude a la pasarela cubierta ateniense en la que se reunían los miembros de esta escuela. 

Atendiendo a esto: ¿Qué es este libro? ¿Un trabajo serio para acercarnos al estoicismo como sistema filosófico o un producto cultural más, que busca explotar un poco más la veta de una moda que va adherida al fitness, los logros materiales y la sociedad del rendimiento que denuncia Byung-Chul Han? 

Mi lectura ha intentado discernir esto. Mi conclusión, te la avanzo ya, es que tiene un poco de ambas cosas, pero mayormente es autoayuda. Un poco de historia del estoicismo, explicación de sus postulados más esenciales (amor fati, serenidad y templanza; forja del carácter…) con los que cualquiera comulga de puro lógicos que son. Pero también tiene mucho argumento facilón para gente que busca un método para el éxito material, sexual, fitness o lo que sea. Si te va ese rollo, este libro es para ti. Si buscas profundidad filosófica, se te va a quedar más justo. 

Ser un estoico. Filosofía para blanquear la autoayuda.

Las causas del boom

¿Qué hace que un sistema de pensamiento ideado hace más de veinte siglos, tenga tanta aceptación hoy en día?

Vocación práctica. El estoicismo es una filosofía que se puede llevar a la vida práctica. No exige grandes dosis de reflexión, muchos de sus consejos son tan lógicos que resultan perogrulladas. Cualquier persona medianamente formada puede entender el estoicismo, no es necesario un adiestramiento previo en humanidades para asimilarlo. El 99,9% de los que hoy se dicen estoicos, no han leído la Crítica de la razón pura ni tienen opinión sobre muchas otras obras clásicas de la filosofía. 

El estoicismo es eminentemente práctico. Aforismático (cuántos posts nos inundan a diario con una frase breve y estoica generalmente acompañada de unos esculturales glúteos); parenético, apodíctico… El estoicismo tiene algo de tutorial para la vida, de guía paso a paso sobre cómo ser feliz… No es autoayuda, pero cuántas veces lo secuestra la autoayuda como rehén. 

El estoicismo está lleno de frases que te hacen parecer cultureta. Sirven para ligar. Suenan chulas, pero son fáciles. Amagar con La crítica de la razón pura ya es más difícil. Ni la domina el que quiere ligar, ni la va a entender la cortejada. Algo como: unas veces se gana y otras se aprende, es más cortito, más simple y queda guay en un tatuaje. Si con Kant, llegas al gimnasio y sueltas: «Todo conocimiento debe, directa o indirectamente, a través de ciertas representaciones, relacionarse en última instancia con nosotros, con la sensibilidad, porque de ninguna otra manera puede darse un sentido a nosotros«, no te vas a comer un rosco. Nos entendemos, ¿verdad?

Marco Aurelio. El emperador del crossfit 

Pronto entra de lleno en los lugares  comunes estoicos. Por supuesto sale a relucir Marco Aurelio, emperador que dio corpus literario al estoicismo con sus célebres Meditaciones que tuve la suerte de leer y no tendré la desgracia de releer, pues son pésimas desde el punto de vista estético literario y obvias desde el punto de vista filosófico. Sin embargo son valiosas, como el estoicismo: proponen una educación e hipertrofia del carácter para no ser pasto de las emociones.

En un mundo frenético, híperexcitado e inmaduro como el nuestro, bueno es que cale el estoicismo, aunque sea a través de un personaje como Marco Aurelio, tan lúcido en su estoicismo conceptual, como torpe en su estoicismo práctico, verbigracia, su hijo Cómodo.

Marco Aurelio, el emperador estoico. Los estoicos abogan por el término medio, la moderación. Pregunto: ¿hay algo menos estoico que un emperador romano? Los estoicos están a favor de la serenidad y la paz interior… Marco Aurelio pasó la mayor parte de su vida en campañas bélicas instadas por él. El estoicismo habla de la necesidad de respetar el ciclo natural viviendo el presente sin obsesionarse con el futuro. A Marco Aurelio le obsesionaba la herencia de su reinado en manos de su hijo. Abogaba por la vida austera y sencilla. Esto es bien gracioso viniendo de un señor que vivía en un palacio imperial rodeado de comodidades.

Cualquiera de sus iletrados vasallos era más estoico que él. 

Pero ahora estamos en el siglo XXI. Legiones de jóvenes —y viejóvenes— se están apuntando a la moda del crossfit, creyéndose que entrenan como un gladiador o como un guerrero de Esparta. Los empresarios, más listos que ellos, diseñan logotipos con cascos de centurión y nombre como Esparta o La guarida y estos caen como mirlos.

Y claro, todos son estoicos, porque el epicureismo no pega mucho si quieres levantar cien kilos en peso muerto. Y esos estoicos de salón, leen a Marco Aurelio, porque lo han visto en Instagram y porque es un texto lleno de perogrulladas sin dificultad. 

Centrándonos en el libro

Que a mí me guste el libro o no, es intrascendente. Da igual. Yo me voy a limitar en adelante a dar argumentos de cada cosa positiva o negativa (a mi juicio) que encuentro aquí. 

El estoicismo me parece un sistema de pensamiento sólido y en buena parte acertado, por lógico. Lo que pasa es que no soy groupie del estoicismo. Entonces, todo lo que se dice aquí de Zenón, Epicteto, etc. me parece tan interesante como siempre, dentro de que me parecen ambos, filósofos de poco vuelo si se comparan con otros. 

Para juzgar con equidad este libro, estableceré unas reglas de juego. Si encuentro frases facilonas, asertos sin argumento, y promesas de felicidad, encuadraré este libro en la autoayuda. Si no lo encuentro, hablaremos de algo serio: divulgación, ensayo… 

Es decir la frontera la marcará el propio libro. Yo me limitaré a recoger lo que dice.

Ya he dicho lo que no me gusta del boom estoico: es un “sacadineros”. Y ya he dicho lo que sí me gusta: el estoicismo es necesario a nuestro tiempo, pues lo es la forja del carácter. El estoicismo es simple, y eso lo valida y hace apto para todos. 

Este libro es sincero. Muy sincero. Te lo dice a las claras en el prólogo: 

«Está diseñado (el libro) para servir como una plantilla diaria para llevar una vida caracterizada por la obtención de más paz y felicidad en un mundo mejor para todos»
William Mulligan. Ser un estoico. Paidós. Página 14.

Espera, que hay más.

«Si empiezas hoy, notarás una mejora en tu vida desde ya»

Resultado garantizado. Sin más. Sin contexto. Seas quien seas y tengas la circunstancia que tengas. La solución a todos los problemas.

Una plantilla para la felicidad. Así de fácil. Leer, aplicar y listo. 

Plug and play.

Autoayuda 1 Divulgación seria 0.

Y desde este vitaminado comienzo, parte una secuencia de capítulos. Ya tenemos claro que esta guía estoica para la vida es efectista. 

Y empieza a interpelar al lector. Con enorme habilidad. Te lleva por unas categorías tan generales que es imposible no verte aludido por este crecepelo milagroso. 

«No ganamos lo suficiente, no comemos bien, nuestra apariencia o vestuario no son los que deberían, no tenemos los suficientes amigos y, si los tenemos, no nos estamos portando bien con ellos. Nuestras casas deberían ser mejores, igual que nuestros trabajos; deberíamos estar monetizando nuestros pasatiempos y entregándonos al autocuidado en todo momento, y prestar atención a todas las noticias para estar informados y preparados para lo que pueda pasar.
Es agotador.»

Por qué deberíamos monetizar nuestros pasatiempos. ¿No es esa la sociedad del cansancio de Byung-Chul Han?

En la página 85, me encuentro con algo como: 

«Tal como dijo Miyamoto Musashi,estratega y filósofo chino del siglo XVII: «Puede parecer difícil al principio, pero al principio, todo lo es»
William Mulligan. Ser un estoico. Paidós. Página 85

Si citas a un filósofo de hace cuatro siglos, la cosa se pone seria. Es decir, suponemos que nos vas a decir algo tan apodíctico que sobrevive casi medio milenio. Y vas y nos dices que todo al principio cuesta más. ¿Es eso tan relevante? ¿Por qué pones en boca de un filósofo asiático del XVII esta perogrullada? ¿Para darle una pátina de pseudo erudición al libro? Esa frase es una perogrullada que la diría ese señor y todo el mundo. 

En la página 95 dice:

«El estoicismo es una especie de lista de trucos para la vida»

Claro, esto vende muy bien. Es un tutorial, una checklist de hacks para tu mente. La sigues paso a paso, haces Check en cada casilla “et voilá” ya tienes un rumbo vital y perteneces a una tribu. ¡Qué perdidos estamos! 

En la página 113 dice de sí mismo:

«Un libro de filosofía que promete mejorarte la vida». El saber, siempre hace mejor la vida, como consecuencia del propio saber, no como objetivo previo.

Lo bueno de este libro

Lo que se puede salvar en este libro es mérito de la filosofía estoica. Es de perogrullo, pero podríamos decir que el credo estoico es lo más potable de este libro:

1. Virtud como el bien supremo

2. Aceptar lo que no se puede controlar

3. Diferenciación entre lo que depende de nosotros y lo que no

4. Autodominio y autocontrol

5. Indiferencia hacia los bienes materiales

6. La racionalidad como guía de la vida

7.  La importancia de vivir conforme a la naturaleza

8. Desapego emocional

9. El sufrimiento es parte de la vida y debe ser aceptado con serenidad

10. Memento Mori: Recuerda que morirás, para vivir con conciencia plena.

11. Amor Fati: Ama tu destino, acepta todo lo que sucede, pues todo forma parte de tu camino.

¿Recomiendo este libro?

Sí. De todos los libros se puede sacar algo. Ahora bien, si tienes que elegir entre un libro serio y didáctico sobre el estoicismo, y estos libros de pandereta y frases fáciles, quédate con los clásicos o académicos. Son más aburridos, más abstrusos, pero son serios y estaban escritos para el conocimiento, no para venderse como rosquillas en los gimnasios.

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Alvaro

Con el tiempo y el acúmulo nuevas lecturas, se va olvidando lo que vamos leyendo. Me parece que escribir sobre ello me ayudará a recordar mejor cada pequeña o gran historia que lea. Si de paso las pongo en común contigo y te puedo animar a leer o no un libro, me parece más útil que unas notas guardadas en un cajón como un ermitaño de tinta. De qué va y qué me ha parecido, sin más vuelo ni pretensiones. No son reseñas de entendido, sino de lector a lector.

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