Vamos con la reseña de La enemiga de Irène Némirovski. Título original: L’Ennemie y publicada en el año: 1928. Irène Némirovski contaba veinticinco años y ya era capaz de sacarse una obra tan madura y bien escrita de la chistera.
Primera novela y la más autobiográfica de la autora. La relación entre Irène Némirovsky y su madre, Fanny Némirovsky, estuvo marcada por la distancia emocional, el resentimiento y una profunda frialdad. Fanny, obsesionada con su propia juventud y estatus social, nunca mostró un interés verdadero por su hija. Irène, educada por una institutriz francesa, creció sintiéndose ignorada y rechazada por una madre que la veía como una amenaza a su propia vanidad, como han señalado varios biógrafos.
Maternidad negligente. Una novela que indaga en la madurez como rasgo indispensable para afrontar la maternidad/paternidad.
De qué trata
- La enemiga
- Irène Némirovski
- Título original: L’Ennemie
- Año: 1928
- Salamandra Editorial
1919 Dos hermanas: Gabri (la protagonista) y Michette. Pasan días enteros solas en su vivienda. León —su padre— todavía no ha regresado de la guerra. Francine es su madre. Es una mujer narcisista, que no antepone nada a su placer y su disfrute, y que abandona los cuidados propios que requieren sus hijas, de once años Gabri y Michette que con seis años es incluso menor.
Y sucede una desgracia. Michette sufre un accidente grave.
Gabri, tiene que enfrentarla sola. Una niña aún, y ya traumatizada. ¿Qué relación la unirá con su madre en adelante? ¿Cómo canalizará Gabri el rencor? ¿Hasta qué punto quedará marcada por esa experiencia cuando sea adulta?
Novela freudiana
La novela tiene mucho de Freud. Esos traumas de la infancia como explicación del adulto que emerge de ellos.
Para Némirovski es fundamental notificar el estado anímico del personaje. Notificarlo y explicarlo. Las niñas nunca reciben amor. Su madre es negligente, narcisista y cruel. Su padre, lejos de enfrentarse a esa madre remisa, acepta un trabajo en Polonia. Las abandona a su suerte, a cargo de una madre que no opera como tal. Gabri quiere con locura a Michette, sin embargo la trata mal, le habla mal, le pega. La quiere, pero no sabe querer. A querer se aprende siendo queridos, por imitación.
Gabri es la novela. Es la protagonista. Un personaje entristecido, superado por la vida.
«Estaba triste y no sabía por qué»
Irène Némirovski. La enemiga. (1928). Editorial Salamadra. Febrero 2025. Página 24.
En la novela, el pulso madre e hija es constante. La elección de la vida propia frente al diseño que su madre hace de cada uno de sus pasos. La emancipación emocional, intelectual y personal antes que la económica, es muy importante en la construcción de un adulto sano.
Esa Irène Némirovski se desvela tras la Gabrielle de esta novela. Es una joven niña solitaria, perdida y triste. Cualquier detalle positivo, inmediatamente lo impregna de un matiz sombrío. Nos está contando la autora una etapa de su vida donde ninguna vez pareció haber una felicidad completa aunque fuese fugaz. Y eso se cuenta gracias a un estilo muy depurado, por ejemplo cuando habla de la belleza de Gabrielle y sus «magníficos ojos verdes, un poco tristes».
¿Es una obra autobiográfica?
En La enemiga, de Irène Némirovsky, se identifican varios elementos autobiográficos que reflejan aspectos significativos de la vida de la autora:
Relación conflictiva con su madre: La relación entre Gabri y su madre en la novela está fuertemente inspirada en la propia experiencia de Némirovsky. La autora tuvo una madre distante y narcisista, similar al retrato que hace en la obra, lo que marcó profundamente su vida emocional.
Contexto social y cultural: Némirovsky creció en un entorno burgués y cosmopolita, como el que describe en la novela. Su conocimiento del París de los años veinte, con sus excesos y superficialidad, se refleja en el ambiente que rodea a los personajes.
Exploración del yo y la identidad: Aunque no es una autobiografía directa, la novela utiliza elementos de autoficción para explorar las emociones y conflictos internos de la autora, especialmente su búsqueda de independencia frente a figuras autoritarias como su madre.
Estos elementos convierten La enemiga en una obra con tintes autobiográficos que trascienden lo personal para abordar temas universales como el rechazo, el deseo de libertad y las tensiones familiares.

¿Autobiográfica?
La novela retrata el conflicto entre Gabri (alter ego de Némirovsky) y su madre Francine, un reflejo directo de la relación disfuncional que la autora mantuvo con su propia madre. Ambas madres comparten características como:
Vanidad y negligencia. Francine prioriza su vida social sobre el cuidado de sus hijas, paralelismo de la madre real de Némirovsky, descrita en numerosas fuentes como “indiferente” y “cruel”.
El accidente de Michette y el consecuente resentimiento hacia la madre replican experiencias de abandono emocional vividas por la autora.
La novela funciona como un espejo distorsionado de la biografía de Némirovsky, donde lo autobiográfico se transforma en herramienta literaria para criticar tanto su entorno familiar como la sociedad de entreguerras.
Némirovsky emplea una prosa incisiva para explorar temas recurrentes en su obra:
Desarraigo emocional: Gabri encarna la lucha entre el deseo de independencia y la necesidad de afecto, dualidad que la autora experimentó durante su juventud.
Autoficción temprana: Publicada en 1928, antes de su consagración con David Golder (1929), esta obra muestra su tendencia a mezclar memoria y ficción, sello distintivo de su producción literaria.
Ambientación parisina: El París de los años 20 sirve de escenario, ciudad donde la autora se estableció tras huir de la Revolución Bolchevique en 1919, recreando atmósferas que conoció en primera persona.
Crítica social: La ácida mirada sobre la aristocracia decadente y la soledad adolescente emana de su propia experiencia como refugiada en una sociedad que admiraba pero también juzgaba.
Estilo Némirovski
Es un estilo irónico. Después, los puristas —autoridades competentes— glosarán mayores detalles, pero yo me quedo con la ironía, que es un recurso que exige algo más que conocerlo: gracia para hacerlo.
En apenas un comentario, Irène atiza sin piedad algún rival. Trae muchos a esta novela. En especial la aristocracia y esas maneras dengues de su madre, aquí Francine. Fijémonos en este párrafo tan irónico, tan mordaz, tan ridiculizante de unas maneras y de unas personas:
“Gabri siguió a miss Allan al comedor. Era todo blanco y dorado; tan blanco y tan dorado que ofendía a la vista. La señora Bragance no había tenido tiempo de familiarizarse con el Art Nouveau, seguía prefiriendo el estilo Louis XVI-Exposición de 1900, los revestimientos de madera de color nata montada y las cortinas amarillo huevo, así que el piso de la avenue d’Iéna parecía un gigantesco merengue.”
Irène Némirovski. La enemiga. (1928). Editorial Salamadra. Febrero 2025. Página 50
Una autora con voz propia. Su capacidad para retratar la complejidad moral de sus personajes, sin juzgarlos abiertamente, es uno de los sellos distintivos de su estilo.
Apuesta por una narrativa intimista y social, con un enfoque literario, que refleja tanto las tensiones sociales como las tragedias personales.
Su prosa es detallada, pero no recargada, lo que le permite crear atmósferas vívidas sin caer en el exceso descriptivo.
Su narrativa tiene un tono melancólico y reflexivo. La atmósfera que envuelve la obra acentúa este efecto: cielo gris; el invierno; una barriada humilde, con niños menesterosos; las niñas tienen hambre; la casa está sucia y descuidada; la escalera mal iluminada y sucia;
En cuanto a la sintaxis, emplea un lenguaje claro y directo, pero sin perder la riqueza descriptiva. Es fácil de leer aun cuando te lleva a una profundidad psicológica.
Utiliza figuras retóricas con mesura. Es innegable cierta intención de estética contenida, aunque la potencia de su discurso es total. Sirva de ejemplo este símil:
«los ataúdes de niños, pequeños y negros como estuches de violín, eran verdaderos, reales y terriblemente cercanos.»
Irène Némirovski. La enemiga. (1928). Editorial Salamadra. Febrero 2025. Página 32
Expresarse con crudeza no es gratuito. La dureza expresiva nos ayuda a entrar en la dureza vital que enfrenta Gabrielle. Quiere que comprendas de dónde viene ese personaje, que empatices con su contexto. Que la puedas entender, antes de juzgar el adulto en que se convertirá.
En ciertos momento, Némirovski me resulta melodramática. Hay un momento de tensión emocional cúspide, protagonizado por Michette al sufrir el accidente, que se remata de una forma demasiado tópica. No sé si esto es habitual en la escritora, o si por el contrario es flor de juventud, propio de una ópera prima y disculpable. En todo caso es un recurso puntual y no la tónica dominante.
Excelencia literaria
En una obra debut no es frecuente tanto nivel. Némirovski aquí tenía solo veinticinco años.
Por ejemplo en esta frase que extraigo de la página 52:
«Francine había nacido música; bajo sus mágicas manos, el piano, instrumento de tortura para su hija, parecía cantar y llorar.»
Veinte palabras. Breve, casi fugaz, y sin embargo hay:
Antítesis: La frase se construye en torno a la oposición entre dos realidades: la musicalidad innata de Francine y el sufrimiento que el piano causa a su hija. Esta antítesis se refuerza con la contraposición de «cantar y llorar», que alude a la dualidad de la música, capaz de expresar alegría y tristeza.
Metáfora: El piano es descrito como un «instrumento de tortura«, lo que implica una comparación implícita entre el dolor físico y el sufrimiento emocional que la música provoca en la hija de Francine. Esta metáfora sugiere una relación conflictiva y traumática entre la hija y la música. Es un acento más a la distancia emocional con la madre.
Personificación: El piano cobra vida y es capaz de «cantar y llorar» bajo las manos de Francine. Esta personificación dota al instrumento de cualidades humanas y refuerza la idea de que la música es una fuerza poderosa y expresiva.
Adjetivos: Los adjetivos «mágicas» y «tortura» el poder de la música en manos de Francine y el sufrimiento que causa a su hija, respectivamente. Estos adjetivos contribuyen a crear una atmósfera de contraste y tensión en la frase.
Paradoja: La frase encierra una paradoja, ya que la música, que tradicionalmente se asocia con la belleza y el placer, se convierte en un instrumento de tortura. Esta paradoja refleja la complejidad de la relación entre Francine y su hija, así como la naturaleza ambivalente de la música.
La frase de Irène Némirovski es un ejemplo de cómo la literatura puede utilizar recursos expresivos y literarios para crear imágenes vívidas y transmitir emociones complejas.
En este caso, la antítesis, la metáfora, la personificación, los adjetivos y la paradoja se combinan para crear una frase poderosa y evocadora que invita a la reflexión sobre la relación entre Francine y su hija y la dualidad de la experiencia humana.
La frase también encierra una reflexión sobre la naturaleza del talento y la vocación. Francine posee un talento innato para la música, pero su hija no comparte esta pasión y sufre por ello. La frase sugiere que el talento no siempre se hereda y que puede ser una fuente de dolor y frustración en los hijos, por cuanto sienten que no están a la altura.
En definitiva, la frase de Irène Némirovski es una pequeña joya literaria que encierra múltiples significados y que invita a la reflexión.
Qué nos quiere decir Némirovski
¿En qué medida determinan nuestra felicidad las personas con que convivimos? ¿Cuál es el influjo que pueden tener sobre nosotros? ¿De qué están hechas la felicidad —si es que existe tal cosa— y la autoestima? ¿Y la identidad? ¿En qué medida la felicidad está vinculada a la autorrealización y esta a su vez a la identidad?
Gabrielle pasa por dos etapas radicalmente distintas. Ausencia total de su madre y después una etapa sobreprotectora y omnipresente. En ninguna de las dos, ni por exceso, ni por defecto, Gabri es feliz.
La hija necesita a su madre junto a ella, pero no encima. Quiere emanciparse, soltarse, abandonar… pero a la vez, tiene una necesidad imperiosa de que alguien la quiera. Todos necesitamos sentirnos queridos.