Aspectos de la novela de E.M. Forster

Aspectos de la novela E.M. Forster
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Aspectos de la novela” es una reflexión. Una, que tiene que ver con el acto de leer ficción. Una escuela —a la usanza de Forster— de análisis literario. De alguna manera el autor nos toma de la mano para decirnos: «esta es la manera de hacer una reseña».

En 1927, Forster dio una serie de charlas. Se trataba de un ciclo de conferencias «sobre uno o varios períodos de la literatura inglesa posteriores a Chaucer». Pero Forster no se ciñó tanto al guión como le pedían y regaló un verdadero tratado sobre análisis de novelas.

¿Es teoría literaria? Sí. ¿Es un libro docto o para eruditos? No. Entonces, ¿qué es? Una clase a ras de suelo sobre los aspectos que debemos considerar cuando nos enfrentamos a una novela.

Es muy importante aquí la estructura. La división en partes del libro es correlativa a las áreas conceptuales que Forster entiende que encierra una novela. Precedido de una introducción donde sienta las bases de su pensamiento, le seguirán elementos como la historia, gente, argumento, fantasía, profecía, forma y ritmo.

Requisitos a la lectura

No es un libro erudito. Es accesible a cualquier lector medio. Sin embargo, conviene señalar que es un libro —acaso como todos—, que se disfrutará más si se cuenta con un bagaje lector previo, habida cuenta las muchas referencias literarias que propone, no ya a guisa de adorno, sino de ejemplo de las tesis que va exponiendo. Si tu acervo lector incluye literatura clásica inglesa o anglosajona —siglos XVIII al XX—, tanto mejor.

No requiere al lector un nivel erudito. Ahora bien, tampoco es una lectura ligera. Está dirigido a personas interesadas en el hecho de leer más allá de la superficie de la trama, cuando no directamente a individuos con aspiraciones literarias, modestas o infundadas, pero legítimas siempre.

Plantea una lectura de exigencia media alta. No es que tenga muchas referencias literarias, sino que es un compendio ellas. Esas citas, son los ejemplos de que se vale Forster para defender sus tesis sobre el aspecto de la novela que en particular trata en cada momento. Si no has leído la novela que se toma como ejemplo, no quedarás excluido de la comprensión de lo que se está explicado, pero el disfrute lector baja unos cuantos grados de temperatura.

El argumento

Aspectos de la novela

El argumento no es la historia que se narra. La historia es la mera secuencia de los hechos sobre la que el lector pregunta: ¿Qué pasa después? Es lo que atañe al lector cómodo. El argumento es la razón profunda de los hechos que suceden en la trama. Se desnuda sobre la pregunta ¿por qué? que lanza el lector buscando entender las causas profundas de lo que acontece a la historia. Eso atañe, en palabras de Forster al lector inteligente. Bien, si nos ponemos etimológicos, inteligente viene de intelligere [Inter + legere] leer entre líneas. Bien por Forster.

Concluye que hay dos cárceles. La del argumento, que obliga a los personajes a ir por su vereda y la de los personajes, cuya mayor libertad deja indeciso el argumento.

Fantasía

Dedica Forster un episodio entero a la fantasía. Lo que aquí hace el autor es glosar alrededor de ciertos textos literarios que expone como ejemplos acerca del aspecto fantástico de la novela.

La novela es ficción. Sin embargo, el lector de novelas, aun sabiendo que se trata de un artificio, reclama una fantasía que cuando aparezca resulte pese a todo creíble.

Se da cuenta de los usos fantásticos posibles en prosa. Mejor dicho, en novelas. Cómo puede la fantasía encerrar tanto sobre lo prosaico, desde esa enorme libertad que otorga al autor.

Profecía

Por profecía entiendo el trasfondo:

«Siempre que lo leamos como un cuento o como un relato sobre la caza de ballenas, entreverado de pasajes poéticos, Moby Dick parece un libro fácil. Pero en cuanto escuchamos la canción que esconde dentro, se torna dificil e inmensamente importante.»

Forma y ritmo

Forma y ritmo son penúltima y última parada. Afirma Forster que ambos términos, aluden a realidades más propias de la pintura (forma) o la música (ritmo), resultando un tanto vagas a la interpretación de textos literarios.

Forster juega con la polisemia. Si para otros la forma es la estructura, el andamio, el esqueleto sobre el que se construye la narración, para el autor es una componente estética.

El ritmo se explica de manera excelsa. Se utiliza como ejemplo la Quinta Sinfonía de Beethoven. Se trata de crear una imagen literaria por medio de esa metáfora y como anécdota, se cita la gran composición de Proust, como inacabada, tal como tú hoy puedes hablar del libro que todos esperan de George R.R. Martin. Claro, estamos en el presente de 1927.

La conclusión

No hablo de mi conclusión. El propio autor dedica una última intervención a concluir. Y lo hace mirando al futuro, —conviene insistir— desde 1927. Expresa vagamente su temor a que el cine acabe con la novela. Presiente que ésta se volverá más realista en un sentido vernáculo.

Pero asombra con esta profecía:

«Dominaremos el átomo, aterrizaremos en la Luna, aboliremos o intensificaremos la guerra, comprenderemos los procesos mentales de las bestias»

Salvo lo de las bestias, lo clava.

Estilo ADN Bloomsbury

Forster. Un miembro del club de Virginia Woolf. Uno de los del Grupo de Bloomsbury. Esto imprime carácter. Un pedigrí que obliga a tener ideas propias y originales —este mismo libro es muestra de una manera genuina de interpretación literaria—, y más allá, a expresarlas de una manera bella y plagada de razón. Pero bella. Manejando el lenguaje en lo conceptual y en lo melódico.

Rescatando este trabajo, Navona nos hace un regalo. He sabido de ediciones anteriores. Las he tenido en mis manos. Por practicidad y diseño me quedo con esta. Por traducción —que tiene cuarenta años— también. De la Serie P, (de pequeña) de esta editorial ya os he hablado antes. Diseño esmerado, comodidad de lectura, formato práctico… y una selección de títulos a la altura de las mejores selecciones de clásicos.

Mucho más que teoría de la literatura

A los libros de teoría literaria entro con cautelas. No son literatura. Este lo tenía en el radar desde hacía tiempo, pues me contaron que Forster no era tan academicista como Harold Bloom, por así decirlo.

Al saber que Navona lo rescataba lo vi claro. Una de mis editoriales predilectas avalaba su lectura. Razón para fiarse.

Y así ha resultado.

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Alvaro

Con el tiempo y el acúmulo nuevas lecturas, se va olvidando lo que vamos leyendo. Me parece que escribir sobre ello me ayudará a recordar mejor cada pequeña o gran historia que lea. Si de paso las pongo en común contigo y te puedo animar a leer o no un libro, me parece más útil que unas notas guardadas en un cajón como un ermitaño de tinta. De qué va y qué me ha parecido, sin más vuelo ni pretensiones. No son reseñas de entendido, sino de lector a lector.

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