Reseña de Nacida de Venus | Una de esas novelas perfectas para devorar en pocos días, especialmente si buscas algo dinámico y entretenido.
Sonia Lleonart Dormuà es una autora catalana nacida en Mataró, Barcelona, en 1971. Su pasión por la literatura y el arte la lleva a escribir Nacida de Venus, su debut literario. De la novela destaca su ambientación en el Renacimiento florentino y su mezcla de intriga, amor y arte.
¿Qué quieres que te diga? Florencia en el Renacimiento e intriga… ¿qué puede salir mal?
- Nacida de Venus
- Sonia Lleonart Dormuà
- 2022
- Editorial Grijalbo
- Traducción de Noemí Sobregués (2024)
De qué trata
La novela tiene tres arcos narrativos que convergen. Lleonart los presenta mediante un juego de analepsis, en capítulos muy cortitos. Estás en la Florencia Renacentista y una página después, en la Barcelona contemporánea.
Empieza en la Florencia de 1510. En el estertor de Botticelli, el pintor confía una carta y un cuadro al sacerdote que le asiste en su partida para que lo entregue al hijo de Simonetta Vespucci. Pero el cuadro guarda un secreto que pondría patas arriba todos los contrapesos de poder en Florencia, y el presbítero falta a su palabra y oculta el lienzo, la carta y el secreto.
Y estamos en Barcelona. Carla vive con un patán con aires de lobo de Wall Street, o de Sherman McCoy y tiene una ruptura con él, por una infidelidad.
Carla trabaja en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Allí, sufre un mobbing a manos de una jefa que recela de ella por su capacidad artística. No en vano, desde Florencia, donde Carla disfrutó de una beca Erasmus, la llaman para trabajar en una exposición sobre Botticelli, nada menos que en la Galería de los Uffizi.
Hay un tercer arco narrativo. Dos viejos compañeros del mundo del arte florentino parecen conocer el secreto del cuadro perdido de Botticelli. Ellos son los convocantes de Carla en los Uffizi.
Ya tenemos los tres arcos narrativos unidos. ¿Qué pasará con Carla en Florencia? ¿Averiguará algo de lo que Botticelli quiso en su último día? ¿Podrá rehacer su vida sentimental y laboral? ¿Quiénes son esos viejos catedráticos que la requieren y parecen esconder sus propios secretos? Y lo más importante: ¿qué pasó entre Botticelli y Simonetta, la mujer más bella y cautivadora de Italia?
No se puede decir que la novela no tiene atractivos. Querer leerla es inevitable.
Por cierto, la portada de esta edición es una maravilla. Tal vez no es un dato relevante para una reseña, pero no obstante, vaya mi enhorabuena a la persona que haya diseñado esta imagen:

Simonetta Vespucci
Botticelli es el personaje central junto con Carla. Simonetta es el alma. Se la dibuja como una mujer de una potencia evocadora sublime. Giuliano de Médici se encaprichó de ella como solo pueden hacerlo los niños caprichosos y aquellos que siempre lo han tenido todo sin esfuerzo. Giuliano cosifica a Simonetta y poseerla se convierte en una justa, en una obsesión. Pero Simonetta es una mujer ya casada con otro hombre.
La adoración que Botticelli siente por Simonetta es más pura. También está el deslumbramiento por sus emanaciones, pero es una adoración sincera, no tan carnal y tan posesiva como la de Giuliano.
Para mí, casi lo mejor de la novela es Simonetta. La autora nos muestra aquí una especie de Madame Bobary, mucho menos desarrollada y mucho más sensual. Nos genera una sensación de estar ante una disputa familiar, un amor prohibido a lo Romeo y Julieta.
Simonetta y Carla
Te dije antes que Simonetta era casi lo mejor de la novela. Casi, porque lo mejor en esta obra se sugiere, no se cuenta. Aquí tenemos dos mujeres. Una, vive en la Florencia del siglo XV. Otra, en la Barcelona del XXI. Ambas, están atrapadas en relaciones con las que no se sienten satisfechas.
¿Hemos avanzado? Sí. ¿Tenemos ahora una sociedad perfecta? No, pero es innegable que a cualquier persona guiada por la razón, a que le dieran a elegir en qué época vivir, escogería la presente.
Carla decide sobre su vida. Elige con quién estar. Se puede equivocar o no, caer y recaer, pero puede discernir y apostar. Simonetta no. Ambas, vistas en conjunto, son la expresión del ascenso de la mujer, desde una persona reducida a florero, sin capacidad operatoria ninguna, prisionera de su marido, a una mujer libre, profesional, que brilla por sus conocimientos, que se relaciona de igual a igual con el hombre y que puede salir de una relación para buscar otra donde se respire mejor.
Ese contraste me ha gustado. No podemos ver una gota de pintura blanca en una pared blanca, pero si la lanzas sobre una pared añil, la verás a distancia. Las cosas se aprecian por contraste, —y en esta novela lo tienes— y no hay mejor manera de reflejar la cárcel social en que vivían las mujeres del siglo XV-XVI que mostrar la mujer contemporánea en países como España o Italia.
La alfombra roja
Yo aprecio mucho a quienes escriben novela histórica. O novelas de otro tipo, pero con marcada ambientación histórica. Esa capacidad de imaginar muy de cerca cómo pudieron ser, en la distancia corta, algunos personajes y episodios me resulta muy atractiva. Y ese don, no menor, de saber contarlo, de abismar al lector en ese momento que se recrea.
Este libro tiene esa magia. He pintado con Botticelli, lo he acompañado a dialogar con Lorenzo de Médici. Lo he visto en camaradería con el gran Poliziano… y esto lo he podido hacer gracias a Sònia, la autora. La literatura es esto. Un regalo.
Y lo reconozco: el salseo histórico me encanta. Como si de una gala de algún premio musical o cinematográfico se tratara, por aquí desfilan ilustres como los ya citados, y otros como Simonetta Vespucci, Ghirlandaio, Verocchio, el enorme Leonardo, Giorgio Vasari (aludido)…
Aprendizaje sobre Botticelli
También propone un recorrido somero sobre Botticelli. Sus obras, su estilo, apuntes de su biografía. Esto va a hacer muy ameno e interesante el recorrido, porque a la vez que lees una novela de lectura fácil y te sumerges en una intriga, descubres cosas del genio florentino que te van a quedar en el recuerdo.
Cuadros como El Nacimiento de Venus o Marte y Venus, están en el corazón de esta novela. Los vas a mirar como tal vez nunca los habías considerado. Algo muy parecido a lo que sucede en El Código Da Vinci con la Gioconda o La Santa Cena.

Enriquece la lectura sin abrumar con datos excesivos. Así, la experiencia no solo es entretenida, sino también enriquecedora.

Recuerda a Dan Brown pero es menos efectista
La novela que plantea Sònia Lleonart Dormuá, casi podría formar parte del catálogo de Dan Brown. Digo casi, porque Lleonart se da más espacio para construir los personajes, las tramas y las relaciones entre ellos, sin llegar a ser un libro psicológico. Pero la novela tiene ese aura del famoso autor bestseller:
- Indagar en el arte medieval y encontrar secretos ocultos que nos llenan de curiosidad y que llevan siglos ante nuestros ojos
- El esclarecimiento de esos secretos exige que el protagonista tenga una pátina intelectual, artística, etc. que lo hace de un interés muy universal.
- El avance en la resolución del caso genera tensión y conflicto, dando lugar a situaciones delictivas y de gran amenaza para los protagonistas o el secreto.
Si te gusta la novela histórica, algo de eso tiene. Yo no la consideraría una novela histórica pura. Si te gusta el thriller, algo de thriller tiene, aunque no es un thriller puro, ni frenético. Si te gusta la novela de misterio, tiene misterio. Si te gusta la novela romántica, algo de relaciones y amores tiene. Si te gustan las tramas de arte tipo Código Da Vinci, tiene mucho de esto.
Yo creo que esto es lo que hace más apetecible esta novela: se lee muy fácil y tiene un poco de casi todo. Es muy difícil que haya una persona que no encuentre nada que le llame la atención de este libro. Vengas del perfil lector que vengas, algo de esta novela va a resonar contigo y te va a gustar.