El umbral de la noche de Stephen King. Publicado en 1978. Editorial Orbis (mi ejemplar). DeBolsillo, por ejemplo, también lo edita actualmente.
Es una colección de veinte relatos. Entre ellos, Los chicos del maíz, que me impulsó a comprarlo. Como acostumbro a hacer, cuando se trata de un libro de relatos expongo mis anotaciones pieza a pieza y no en global, como sí hago con la novela, acaso un libro de una única pieza.
Reseña El umbral de la noche
Prefacio
Empieza con un prefacio donde King nos habla interpelativamente. Nos cuenta acerca de él —en 1978—, su circunstancia, sus éxitos, sus temores… Es un diálogo abierto donde nos habla del miedo.
«Lo que espera debajo de mi cama para pillarme el tobillo no existe. Lo sé. Y también sé que si tengo la precaución de conservar el pie bajo las sábanas nunca podrá pillarme el tobillo.»
Tal vez es este prefacio lo mejor del libro. No por demérito de los relatos sino por la soberbia defensa que hace del género del terror. Un género que bebe de una emoción humana, el miedo, por todos compartida y de las más intensas. Literatura de lo sensible antes que de lo inteligible:
«Cuando nuestra hija ha prometido llegar a casa a las once y ya son las doce y cuarto y la nieve azota la ventana como arena seca, nos sentamos y fingimos contemplar el programa de Johnny Carson y miramos de vez en cuando el teléfono silencioso y experimentamos la emoción que nos ciega, la emoción que reduce el proceso intelectual a una piltrafa.»
Lo mejor de King. Vive en la narrativa de lo sensible pero le intenta poner debajo argumentos inteligibles, no a lo sobrenatural, sino a sus personajes y sus conductas. Explicar el mundo racional desde lo sensible, lo cotidiano desde lo imposible.
«el gran atractivo de la ficción de horror, a través de los tiempos, consiste en que sirve de ensayo para nuestras propias muertes.»
Los misterios del gusano
Trama ambientada en 1850. Empieza con una carta. La escribe Charles desde Portland a su amigo Bones que permanece sur de EEUU recuperándose de un miasma pulmonar. Ambos son escritores.
Charles acaba de tomar posesión de una casa en herencia. Se la ha dejado su primo. Una vivienda colosal aunque decorada contra el gusto de Charles.
Sucesivamente van llegando nuevas cartas a Bones. En la segunda anota que la casa heredada —Chapelwaite— es objeto de comentarios en el pueblo: «en Chapelwaite sólo puede vivir un lunático o alguien que se arriesga a enloquecer»
Y se mencionan ya de pasada los gusanos. Los aldeanos murmuran que su primo Stephen —y benefactor suyo— tenía una relación extraña con gusanos.
Es un ejercicio de estilo. King, al parecer, quiso escribir un decimonónico cuento gótico. Emulando el estilo de Poe, Stevenson o Emily Brönte. No se puede negar que lo logra. Si nos dicen que este relato lo escribió alguien del diecinueve, lo creeríamos sin dificultad.
El final es lo mejor. Se mueve en la ambigüedad.
El último turno
Una historia que indaga en miedos muy primarios. Sótanos, ratas y murciélagos…
Marejada nocturna
«Ésa era, pues, la situación: toda la raza humana aniquilada, pero no por las armas atómicas ni por la guerra biológica ni por la contaminación ni por nada portentoso. Sólo por la gripe.»
«la A6 que había llegado del sudeste de Asia y que había cubierto el mundo como un palio»
En 1978, Stephen King publicó The Stand. Aquí Apocalipsis. Este relato —como esa monumental novela—, indaga en un mundo distópico causado por un virus. Si en Apocalipsis se trata de un virus que escapa de un laboratorio, en este relato, Bernie, el narrador homodiegético, reflexiona acerca de la sencilla explicación del final de los humanos: “Sólo la gripe”. El relato es breve, pero muestra el deterioro de las relaciones humanas, el aprecio por las cosas sencillas de una vida normal o la fe en una ciencia que titubea ante lo desconocido.
Leer todo esto después de 2019-20… Caer en la cuenta de que fue escrito en 1978… Ahí está el verdadero miedo y un argumento de Nobel más para King.
Soy la puerta
Fantástico relato. Arthur es un ex astronauta que estuvo en Venus durante una misión que no salió bien. Ya de regreso en la tierra, siente fenómenos en su cuerpo que siguieren que, a través de él, lo que sea que lo alcanzó en Venus está mirando la tierra y actuando en ella. Reflexión acerca de que cuando algo te resulte muy raro, tú mismo eres muy raro para ese algo.
El final es magnífico.
La trituradora
Una máquina industrial se comporta de manera extraña. Sangrienta. A su alrededor, suceden con cierta asiduidad sucesos traumáticos. Un policía, Hudson, su amigo, el profesor Jackson y otro policía Martin, sospechan que pueda tratarse de una posesión demoníaca sobre la máquina.
Entre los mejores relatos del libro.
El coco
El coco. Ese monstruo que anida en los armarios y de noche se come/mata/secuestra a los niños. En este relato un hombre se tiende en el diván de un psicólogo para contarle cómo “el coco” ha matado a tres de sus hijos.
Dos cosas que decir de este relato:
✅ ¿King ya estaba considerando It? Pennywise vio la luz en 1986. Este libro es ocho años anterior. En este relato, ya aparece un monstruo cuyo objetivo son los niños. Pero en sí mismo, este motivo no me hace presagiar It. Sí lo hace en cambio que, en un momento determinado el padre, tendido en el diván, se refiere al monstruo como Eso.
✅ ¿Este relato se podría publicar hoy? Si un sensitivity reader tuviera que aplicar su censura sobre este relato, padecería estrés postraumático. El protagonista es un gilipollas; misógino, maltratador —de mujeres y niños— y racista. Clasista también. Gente así, nefanda, la hay por nuestras calles. Al escribir sobre ellas, King no las blanquea ni las apologiza. Las retrata. Las eleva a categoría pública para hacerlas reconocibles y poder así prevenirnos de ellas.
En un mundo que sólo lea Bambi, estaremos indefensos. Se necesitan ejemplos del error para reconocer el acierto.
Materia gris
De nuevo King imaginando un Apocalipsis de origen zoológico. En esta ocasión, el paciente cero es un borracho que se contagia de una cerveza en mal estado. Interesante metáfora sobre el alcoholismo. Nos está diciendo King que las adicciones como el alcoholismo, nos pueden desfigurar, convertir en monstruos para nuestros hijos y en un peligro para sus vidas.
Muy profundo y bueno este relato.
Campo de batalla
Originalísimo relato. Intenso, divertido, atrapante y lleno de imaginación. Quien a hierro mata a hierro ha de morir. Una irónica reflexión sobre la venganza.
No cuento nada más para no estropear la experiencia. Sensacional.
Camiones
King nos habla de máquinas que se rebelan. Los camiones adquieren comportamiento propio, se mueven sin conductor y atacan a los seres humanos dando lugar a un mundo distópico. Es una posibilidad ya explorada por autores como Phillip K. Dick, Isaac Asimov o Arthur C. Clarke.
Stephen King parece decirnos que la relación del ser humano con el progreso tecnológico debe poner siempre la tecnología al servicio de la humanidad, no del mercado, de la política, etc. Si la tecnología no está al servicio del hombre, el hombre será esclavo de la tecnología.
Interesante leer esto en 2024. Reflexión exportable a la gestión de la inteligencia artificial.
A veces vuelven
Un relato sobre el peso del pasado. Un profesor de instituto, recibe unos nuevos alumnos que vienen directamente del infierno de su pasado con una sed de venganza creciente.
La primavera de fresa
Un relato sobre la personalidad múltiple. Entretenimiento sin más.
La cornisa
Un relato magnífico. Cierto es, que no encierra mucho mensaje. No propone una reflexión sobre casi nada. Otra vez aquello de quien a hierro mata… Pero genera una tensión alucinante mientras lo lees. En eso es magistral.
El hombre de la cortadora de césped
De nuevo el terror en una escena cotidiana. Una vez más, una máquina que se revela contra el hombre. Queda en cierta ambigüedad el desenlace, lo cual hace del relato uno de los más interesantes.
Basta S.A.
Las adicciones. Un tema que trajo problemas a King y del que la literatura fue consecuencia y tratamiento, o al revés. Los imperativos someten aquí y allá al hombre que es débil de espíritu. Primero, el tabaco —por citar el caso del relato— te sojuzga con su síndrome de abstinencia constante, solo acallado con el ir y venir incesante de pitillos. Después, el médico, la familia, tu entorno… cuando llega el momento de intentar remediar lo que tal vez ya no tiene remedio. Una libertad cercenada por uno mismo. Ser tu propio carcelero, eso parece la adicción y así se cuenta en este relato.
Sé lo que necesitas
Relato escrito sobre la base de la extrasensorialidad. Una indagación acerca —otra vez—, de las adicciones, pero en este caso unas adicciones muy particulares: a otras personas. La dependencia emocional, vital y social y sus efectos nocivos en quienes la padecen, tan similares a los estragos que causa la droga: desconexión de la realidad; separación de las personas que nos tratan de ayudar…
Los chicos del maíz
El relato más conocido del libro. Así lo ha querido el cine. Y es que es sobrecogedor. El fundamentalismo, su peligrosa asimilación en la juventud, sus consecuencias… el odio intergeneracional. La aniquilación de quien piensa distinto. Es un relato breve pero muy interesante y además lleno de acción y de atmósfera. Muy bueno.
Seguidores de ideas no bien asimiladas. Eso son para King los fanáticos religiosos. Así, las personas son convertidas en muñecos de paja, espantapájaros que quedan perfectamente ubicados en medio de los campos de maíz de Nebraska. Una denuncia de King a los estados más profundos del sur norteamericano y a las creencias más recalcitrantes.
El último peldaño de la escalera
Una historia de desengaño. Muy simbólica. Aquellas cosas en que ponemos la fe, no siempre estarán ahí. La vida es cambio y en esa evolución, no siempre habrá lo que esperamos donde lo esperamos.
El menos escatológico de los relatos de este libro.
El hombre que amaba las flores
El psicópata se puede ocultar tras la más dulce máscara.
Un trago de despedida
Relato intertextual. Es un apéndice que le cuelga a El misterio de Salem’s Lot. Dos años después de que ardiera la casa de los Marsten, nos asomamos de nuevo a la comarca, donde siguen sucediendo hechos inexplicables. Un relato para disfrute de los lectores constantes del autor.
La mujer de la habitación
Un relato sobre la eutanasia. Allá por 1978 no creo que se puedan encontrar muchas referencias literarias al asunto.
¿Por qué cierra King esta colección de relatos con uno así? ¿Qué mensaje nos quiere dar?
Que la vida es el peor cuento de terror. El que más infunde. Vampiros, niños poseídos, personas con capacidades extrasensoriales, máquinas poseídas, extraterrestres con intenciones aviesas; virus para un armagedón… La vida es peor que toda esa colección de horrores.
La muerte es el mayor miedo. La enfermedad es su hermana, quizás a igual rango o a veces hasta peor. Y nos espera a todos. Estamos completamente seguros de su existencia.
